La vuelta al atletismo de manos del Selaya-Reparte me hizo
plantearme la pretemporada de triatlón con una mentalidad algo más competitiva.
Desde el Campeonato de España Universitario de 2011 no me calzaba unas
zapatillas de Cross y el retorno fue al lugar que me vio debutar, a la Meca del
Cross en Cantabria: El Cross de Cueto, sin duda el más longevo del calendario y
el más duro.
Con apenas 2 semanas de preparación pero con unas ganas
enormes de competir nos metimos entre el barro de la campa del faro de Cabo
Mayor para recordar viejos tiempos. Domingo lluvioso pero con una buena
temperatura, fueron las condiciones que nos encontramos en Cueto la mañana de
la carrera.
Tras un breve calentamiento saludando a viejos amigos nos
colocamos en línea de salida los más de 150 Séniors, Veteranos y Sub-23.
La blancura de nuestra piel duró lo que tardó en darse el
pistoletazo de salida. Primeras zancadas y ya estábamos todos negros. Me coloco
por el interior en la primera curva, un poco bloqueado, pero me da igual, más
de 8 kms por delante con constantes subidas y bajadas dan para mucho. Mi
actitud conservadora al principio me hizo pasar la primera de las 4 vueltas en
mitad del pelotón, pero a partir de entonces empezó la sangría. No dejé de
adelantar gente durante la segunda vuelta. En la tercera supero, entre otros, a
Fabián Roncero, que aunque ahora se tome el atletismo con otra filosofía,
siempre hace ilusión adelantar a alguien con esas marcas.
Empezamos la última
vuelta y me encuentro cómodo, a pesar de la gran cantidad de barro que había en
el trazado. Levanto la cabeza y veo a mi compañero Mohamed, que estaba acusando
los excesos en el primer tramo de carrera. Sigo mirando hacia delante y a tiro
están Iván (Piélagos) y Sergio Correa (Solorunners). Les voy cogiendo poco a
poco, a ritmo, pero se termina la carrera y no me da tiempo a pasarles. Aún
así, 9º puesto absoluto en un circuito complicado y en una carrera en la que
haber salido tranquilo fue la clave. Terminé bastante entero, y conseguí
colarme en el Top 10, que realmente me sorprende.
Aún estoy empezando, y esta
era la primera piedra del camino hacia un 2015 que espero sea igual o mejor que
2014.
PD: No quiero despedirme sin antes darle la doble enhorabuena a un buen amigo, Sergio Correa, primero por su regreso a la competición tras el accidente del pasado verano, y segundo, por el carrerón que hizo.
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