Con el comienzo de las Navidades llegan las clásicas
carreras atléticas que, por las fechas en las que se celebran, tienen un
ambiente especial. Por cuarto año volvía a Renedo de Piélagos a disputar la
tradicional carrera Navideña donde el año anterior había ganado en categoría
Popular. Esta vez iba a ser distinto, correría la carrera federada con un nivel
mucho más alto de lo que acostumbran las carreras de pueblo cántabras,
incentivada, sobre todo, por los premios en metálico que la organización ofrece
a los 10 primeros clasificados absolutos, desde los 600 euros para el primero
hasta los 60 euros del décimo.
A las 17:30h llegamos Vanesa y yo a Renedo, porque ella iba
a correr la carrera popular una hora antes de la mía y teníamos que hacer la
inscripción. Calentamiento con Vanesa, unos progresivos antes de que la
llamaran a la salida y ¡a animar!
Espectacular carrera la que vi desde las vallas. Vanesa
consiguió meterse 7ª corriendo a 4:05 min/km de media los 3,3kms de recorrido
¡ESPECTACULAR!
El alegrón por la gran carrera que había hecho mi chica me
motivó mucho para la nuestra. Con media hora de retraso nos fuimos colocando en
línea de salida los apenas 45 atletas federados que íbamos a tomar parte de la
carrera. El alto nivel de la prueba suele echar para atrás a muchos federados,
al igual que el hecho de que las categorías de veteranos y junior se corran a
parte, dejándonos a los Sénior reducidos a un grupito pequeño.
Patas finas en primera fila (Diario Montañés) |
Dan la salida aún con 7500 metros por delante la gente sale
por debajo de 3min/km. Intento no perder mucho en los primeros metros pero me
es imposible no verme engullido por el pelotón. Me cuesta coger ritmo, los
primeros metros de las carreras sufro bastante y es donde me dejo demasiados
segundos, pero en una prueba un poco larga, como era esta, no me importaba.
Pasamos la primera de las 7 vueltas y voy en el tercer grupo
de carrera, con Iván (Piélagos) y Raúl Gándara (Avia Renedo) entre otros. Este
último acelera y deja el grupo, uniéndose al que nos precedía y en el que iban
Mustapha (Torrelavega) e Ilian (Piélagos).
La distancia que nos sacan es poca, unos 30 metros, así que
decido cerrar ese hueco en la segunda vuelta, pegándome un buen calentón que, a
la postre, mereció la pena. Me pongo a rebufo de Ilian y Mustapha toda la
tercera vuelta y recupero el aliento. Y en la cuarta veo que tengo más ritmo y
me pongo a tirar de ellos, rompiendo el grupo y quedándome solo en tierra de
nadie. Por delante 4 kms y a bastante distancia vislumbro la silueta de mis
compañeros de equipo Mohammed y Yassinne. Sigo tirando y a Mohamed lo alcanzo
en la sexta vuelta. Voy undécimo y con unas sensaciones espectaculares, rodando
por debajo de 3:10 el kilómetro. Sigo apretando y Yassine cada vez está más
cerca hasta que en la última vuelta le doy caza, antes del giro.
¡Venga! Elegid la liebre a seguir (Diario Montañes) |
Solo 400 metros a meta y el 10º puesto en juego, pero la
calidad de mi compañero no me permite tan siquiera hacerle sombra y me deja
atrás en un cambio largo de 400m en el
que aguanto como puedo pero cedo un mísero segundo que me separa de subir al pódium
y llevarme el premio.
De todas formas el premio ya me lo había llevado antes,
viendo correr a mi chica, así que puedo estar más que contento de haber
compartido con ella una gran tarde de atletismo y las mejores sensaciones que
he tenido nunca.
Como ya dije.... las Navidades prometen.
Próxima parada: Carrera de Nochebuena de Gijón.
¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!
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