miércoles, 24 de diciembre de 2014

CARRERA DE NOCHEBUENA DE GIJÓN 2014

Con dos días de descanso después de la carrera de Navidad de Piélagos y las patas tiesas llegó Nochebuena, y con ella la tradicional carrera de Gijón, en las Mestas. Cuarto año que la corro y de nuevo un circuito distinto con final en el velódromo en lugar de en la mítica pista de atletismo, debido a las obras en esta última.

La salida se dio con puntualidad en la avenida Albert Einstein. Más de mil corredores con ganas de hacer algo de deporte antes de la "fartura madre" de Nochebuena, nos dimos cita en la fresca mañana gijonesa. Entre ellos Borja (Playas de Castellón) y Peón (Solorunners), los máximos favoritos al triunfo. El tercer puesto iba a estar más reñido y, aunque no conocía a casi nadie de los que corrían, me sentía con ganas de luchar por él... finalmente no fue así.



Salida casi al sprint y a los 200 metros Borja abre hueco y se va solo a por los algo más de 5000 metros de recorrido. Me quedo cortado nada más salir por la tontería de dejar a las niñas delante, con el consiguiente riesgo de adelantarlas entre toda la marabunta. Primer kilómetro y voy en el tercer grupo. Por delante un corte de 50 metros que intento cerrar, similar a la carrera de Piélagos, pero que, esta vez me cuesta más y no lo consigo, quedándome en tierra de nadie ya antes del kilómetro 2.



Soy incapaz de dar caza al grupo de Peón, pero confío en que la gente vaya pinchando e ir recogiendo algún cadáver. Llegamos al kilómetro 3 y el Gármin me marca 3:04 en ese parcial ¡Hoy exploto! pienso. Por detrás llega Emilio Prada (Cangas de Onís Atletismo) y no puedo seguirle. Me hundo, sufro como un perro y paso el kilómetro 4 a 3:15. Sin embargo, en ese tramo supero a dos corredores del grupo que me precedía y eso me anima a no bajar el ritmo en el último kilómetro, entrando en meta en 8ª posición, lejos del pódium, pero contento por haber sabido sufrir en los 5100 metros de recorrido.




Sin duda las sensaciones no fueron, ni de lejos, las de la carrera de Renedo, pero todo suma y aún así me vi en la pomada. Además, hoy tuve más afición que nunca con mis padres, Juan Ojanguren, Alex y Paula animando.

Y lo mejor del día, fue el post-carrera, donde fuimos a comer con Lucas Ojanguren a Parque Principado, siendo la primera vez que salía del hospital tras el accidente y  me animó mucho verle fuera del ambiente hospitalario. Hoy lo vi mucho mejor que hace dos semanas y ese rato que pasamos juntos me da mucha fuerza para en los próximos días intentar hacer buenas carreras aprendiendo de su fuerza de voluntad y sacrificio.

Próxima parada: San Silvestre de Mieres.

No os paséis con el turrón! ;)

No hay comentarios:

Publicar un comentario