Empiezan las vacaciones Navideñas, época del año en la que
las estadísticas dicen que los españoles vamos a engordar, de media unos 3 kg.
Son días de excesos y atracones, pero tenemos alternativas para intentar
descompensar esa media de peso ganado. El carrusel de carreras populares que estos días nos ofrecen casi todos los pueblos
de España pueden ser un aliciente para todos los que buscan no sentirse mal
tras las copiosas comidas.
Para no faltar a la tradición, por sexto año me inscribí a
la Carrera de Nochebuena de Gijón. Cinco kilómetros llanos por los alrededores
del complejo deportivo de Las Mestas y final en el velódromo de dicho complejo.
En cada una de mis cinco anteriores participaciones siempre había ido mejorando
puestos. Así, de memoria, y que yo recuerde, en 2013 fui 11º, en 2014 fui 8º y
en 2015 volvía con ganas de quitarme la espinita que siempre se me atragantó en
esta carrera. Nunca fue una prueba que se me diese bien y, aunque la progresión
era evidente, nunca rendí al 100%. ¿Estaría al nivel este año?
Tras la carrera de Navidad de Piélagos en la que sentí una
mejoría bastante notable respecto al año pasado, conseguí enlazar cuatro entrenos de calidad a pie en apenas
semana y media, que me dejaron más que satisfecho. El primero de ellos
consistió en un 10 cambios de 1 minuto fuerte (2:50-3:00) y 4 suave (4:00), el
segundo fueron tres bloques de 10 minutos fuertes por hierba (3:20, 3:15, 3:15)
y con giros, recuperando 5 minutos a 4:10, el tercero fue un rodaje de 24
kilómetros por el monte con Tico a ritmo sub 3:50, con bastantes cuestas, y el
cuarto fue un rodaje con 3 cambios de 1000 metros a 3'/km (recuperando 1000
metros a 4:30) y 3x400 a 1:06 de media. No hay trampa ni cartón en el asunto,
los entrenamientos están saliendo y en las carreras rindo acorde a los mismos,
por lo que nadie se sorprenda ;)
Tomamos la salida en Gijón más de 1600 atletas, con nombres
conocidos en el panorama regional como Borja Jerónimo, Francisco López de Dios,
Adrian Silva, Hugo García, Youssef Benkert, Raul Álvarez, Emilio Prada, Manuel
Pando... De nuevo carrera muy abierta, con permiso de Borja que, a priori, era
el máximo favorito.
Dieron la salida y este año sí, me coloqué en primera fila.
Pero pronto me vi desbordado por la marea humana que se tiró a devorar el
asfalto a un ritmo por debajo de los 3'/km. No me importa verme cerrado al
principio, porque 5 km dan para mucho y al comienzo todos van rápido, por lo
que no me va a suponer un incordio. A los 500 metros de salir las posiciones se
van fijando y las estrategias de carrera se empiezan a dejar ver.
En cabeza salió Borja (Playas de Castellón), y pegado a él
como una lapa Hugo (Universidad de Oviedo). Un ritmo endiablado que nadie se
atrevió a seguir. Por detrás de los dos líderes se colocaron los compañeros de
equipo Youssef y Raul (Gijón Atletismo) y tras ellos, pero cediendo unos
metros, Francisco López de Dios (Cerezal), un chaval vestido de Papá Noel (esto
no sé si debería ponerlo o es demasiado humillante que un tío ataviado con
barba blanca postiza y prendas de abrigo se haga el primer kilómetro a 3:03'/km)
y yo.
Al ver que el pódium se escapaba pasé a Francisco y me quedé
solo. Era el kilómetro 1, con 4 por delante para bregar en solitario, la lucha
no solo iba a ser física, sino que también mental. Asentado en quinta posición presencié en "butaca de
primera fila" lo que acontecía en el escenario del pódium. Los dos hombres
del Gijón Atletismo (3º y 4º) estaban dando caza a Hugo y Borja. Yo mantenía la
distancia con el 3º y 4º y también iba recortando tiempo a los líderes. En el
kilómetro 2 se formó un cuarteto en cabeza. Mazazo psicológico para Borja y
Hugo, a quienes habían comido la tostada y ahora tendrían que superar ese bajón
a rueda de Youssef y Raúl. Pero fue entonces cuando Borja decidió retirarse y
yo pasé de quinto a cuarto, sin comérmelo ni bebérmelo.
La historia que estoy contando es sólo de lo que pasaba por
delante, porque en ningún momento giré la cabeza para ver a los 1596 atletas
que me seguían, pero estoy seguro que hay otras 1599 historias emocionantes que
contar ¡señores, escriban crónicas que compartir estas vivencias "presta
por la vida"!
Y "a río revuelto, ganancia de pescadores". En el
kilómetro 3 pillé a Hugo que se estaba desfondando. Por un momento pensé en
descansar un poco a su rueda, pero se me quitó rápido el pensamiento y éste se
transformó en un "¡hay que ir a por los dos primeros!" Hugo consiguió
aguantar unos metros detrás de mí. No
fue hasta que hube pegado dos pequeños tirones cuando por fin me deshice de la
compañía y me quedé solo. Por delante 1,5 km y 100 metros que recuperar con Youssef
y Raul, pero no iba a ser tarea fácil. Yo estaba rodando hasta el km 4 a ritmo
de 3:02 el km, así que a esa velocidad se antoja difícil tener cambio.
Sufro bastante el último kilómetro y cuando entramos en el
velódromo de las Mestas y veo imposible alcanzar a los dos primeros, me dedico
a disfrutar de la vuelta al estadio y del tercer puesto muy luchado y que me
hace "tragar" de una vez la espinita que tenía clavada con esta
carrera.
Tercero absoluto sobre los 5100 metros de recorrido, a un
ritmo medio de 3:01'/km y con unas sensaciones buenísimas, muy constante todos
los kilómetros (el mejor a 3:00'/km, que fue el cuarto, y el peor a 3:03'/km,
que fue el primero) y pensando ya en las próximas citas navideñas, que este año
van a ser más que de costumbre.
Muchas gracias a Deporte Astur y Adrián Fernández por
las fotos
Próxima parada: ¡SAN SILVESTRE ANGULERA!
FELIZ NAVIDAD A TODOS
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