martes, 3 de marzo de 2015

Tirando del baúl de los recuerdos... Media maratón de Paris 2012 ¡EN 5 DÍAS VOLVEMOS!

Han pasado ya tres años desde que aquel 4 de Marzo de 2012 cruzara la línea de meta en la Media Maratón de París. Una ciudad que me ha dado mucho y a la que vuelvo, tres años más tarde, cargado de ilusión por reencontrarme con los rincones por los que fui dejando recuerdos de aquel maravilloso año de ERASMUS.

Rebuscando en un antiguo disco duro, encontré una crónica de aquella carrera, tímidamente escrita y olvidada en un documento word, pero que al volver a leerla me ha hecho revivir cada instante de aquel día y motivarme aún más para lo que nos espera el próximo 8 de Marzo. Por eso quiero compartir con todos, a través de mi blog, ese recuerdo de la "Semi Marathon de Paris 2012"




Hace más de un mes que se disputó la Media Maratón de Paris (Semi  marathon en français) y ya va siendo hora de que plasme por escrito uno de los fines de semana más intensos que he tenido en lo que va de Erasmus.



El 4 de Marzo de 2012 era el día elegido para dejar atrás los malos recuerdos de la única media maratón que había corrido hasta el momento, hacía dos años en el Triatlón de Buelna. En aquella ocasión, las ganas y la obsesión por hacer un buen tiempo hicieron que, a partir del Km 15, la situación fuera agónica, acabando la carrera más por mi equipo de relevos que por mí mismo y con un tiempo de 1h 27min. Pero esta vez iba a ser diferente.

Para empezar, el plan era salir a disfrutar de la carrera y del ambiente. No todos los días tengo la suerte de correr con 35000 personas por una de las ciudades más bonitas del mundo. Además, la compañía de Pablo Ibarguren y Txito, que habían venido desde España a pasar el fin de semana a París, iba a ser un aliciente añadido.

El domingo 4 de Marzo amaneció nublado y fresco. La carrera empezaba a las 10 de la mañana y, por tanto, me tuve que levantar a las 6 para desayunar.  A las 8 había quedado con Ibarguren y Txito en Notre Dame y desde allí coger el metro que nos llevaría hasta el Bois de Vincennes, salida y llegada de la carrera. Finalmente, Txito no pudo correr por culpa de una lesión, así que nos iba a servir mucho de apoyo logístico.

La primera sensación de estar viviendo algo grande la tuvimos en el metro… ¡QUE RIADA DE CORREDORES! No había nadie en la Línea 1 del metro que no fuera vestido de running. Disfrutando del ambiente de metro llegamos al Bois de Vincennes sobre las 9, 1 h antes de la salida. Sin la presión de tener que correr buscando tiempos ni nada por el estilo nos metimos entre la marabunta para cambiarnos de ropa y calentar. Cada vez iba llegando más y más gente. Cuando faltaban 15 min para las 10, Pablo y yo nos fuimos a nuestra zona de salida. Íbamos a salir con los que buscaban 1h 35 min. No pudimos inscribirnos más adelante porque había que acreditar marca y yo no la tenía, por tanto, nos tuvimos que conformar con salir en torno al puesto 6000, más o menos. Por delante, 6000 personas, por detrás, 30000… no está mal….  

Ya metidos en el “corralito”, todos apretujados, como sardinas en lata, intentamos avanzar hacia delante dentro de los de nuestro grupo de 1h 35min y así perder el menor tiempo posible en la salida. Misión imposible esto último pues desde que dieron la salida hasta que Pablo y yo pasamos por el arco de salida pararon 2min 30seg…

Y… ¡En marcha! La carrera empezó a trompicones. Pablo y yo intentamos adelantar al mayor número de gente en el primer km pero resultaba muy difícil. En zigzag, subiendo y bajando por las aceras, esquivando contenedores de basura que se cruzaban en el camino… así transcurrió el primer km… ritmo 4:30… No estaba nada mal para lo difícil que era correr entre tanta gente. Como ya estábamos un poco "enchotados" decidimos seguir avanzando entre la multitud. Poco a poco fuimos encontrando espacio y ritmo, marcando un parcial en el Km 5 de 20min 23 seg… bastante más rápido de lo previsto y rondando un ritmo de 4 min/Km. Le pregunté a Pablo que qué tal iba, y me dijo que bien que podíamos seguir así. Yo encantado, porque con el paso de los kms iba encontrándome mejor y mejor.

En el km 7 aproximadamente salimos, por fin, del Bois de Vincennes por la Puerta Dorada para adentrarnos en París. Desde ahí y hasta el km 11 el terreno era favorable con una ligera bajada. Rumbo a la Place de la Bastille por donde pasaríamos dos veces, a la ida y a la vuelta. Mientras bajábamos a Bastille varias bandas de música animaban la carrera, una de ellas tocaba Paquito el Chocolatero y, quieras o no, te hace ilusión y te motiva.
El ritmo seguía siendo alto, y ya empezaba a notar que  Pablo iba un poco justo porque ya no corría a mi lado. Sin embargo intentaba en todo momento esperarle y darle conversación. Las sensaciones que yo tenía eran estupendas.

El paso por el Km 10 en 39:52 me hizo darme cuenta de que había posibilidades de buscar un tiempo cercano a 1h 24min, algo que ni me planteaba a la salida, pero que a estas alturas de carrera y con las buenas sensaciones que tenía lo veía factible. 

Pero en el tramo del Km 10 al 15 empezó la tortura para Pablo. Después de girar en Hotel de Ville y afrontar el regreso hacia meta vi que se quedaba. Intenté esperarlo y tirar de él en más de una ocasión, pero cuando me dejaba alcanzar le costaba luego mantener el ritmo de 4 min/Km.
Esto hizo que un poco antes del Km 15 le preguntase  cómo veía la posibilidad de atacar el tiempo de 1h 24min. Me dijo que él no, que lo intentara yo.  No podía desaprovechar esta oportunidad, las piernas me pedían más y más ritmo así que tras pasar por el Km 15 con un parcial de 1h 6 segundos apreté y comencé un periplo de 6 kilómetros en solitario adelantando gente sin parar.

No miré el reloj, lo que salga bien venido sea, pensé. El problema de estos 6 últimos kilómetros es que eran cuesta arriba. El miedo que tenía a desfallecer, como ya sucediera en el kilómetro 14 de la media maratón de  Buelna, se fue esfumando poco a poco. Los últimos kilómetros fueron cayendo sin enterarme… km 16…km 17…km 18… km19… km20… último km a tope y últimos metros dándolo todo!!! Entré en meta me agaché para coger aire, miré el reloj y… ¡¡¡¡¡ 1h 23 min 6 seg!!!!! 

No me lo podía creer, pese a haber salido con la idea de rondar 1h 30min acabé, haciendo mi mejor marca y con unas sensaciones buenísimas. Esperé en la línea de meta a Pablo, que llegó dos minutos más tarde, marcando un tiempo de 1h 25 min y batiendo en 2 min su mejor marca en media maratón. La mañana no podría haber salido más redonda, buen ambiente, buena compañía y ¡¡TIEMPAZO!!.

Ahora ya sé que puedo correr una media maratón sin desfallecer, pero solo pienso centrarme en preparar la temporada de triatlón. Con más ganas y motivación que nunca y con 3 meses por delante empiezo un periodo de preparación en solitario, porque aquí en Paris me es imposible encontrar un club que se adapte a mis horarios y objetivos.

…y que dure…

 

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