Rebuscando en un antiguo disco duro, encontré una crónica de aquella carrera, tímidamente escrita y olvidada en un documento word, pero que al volver a leerla me ha hecho revivir cada instante de aquel día y motivarme aún más para lo que nos espera el próximo 8 de Marzo. Por eso quiero compartir con todos, a través de mi blog, ese recuerdo de la "Semi Marathon de Paris 2012"
Hace más de un mes que se disputó la Media Maratón de Paris (Semi marathon en français) y ya va siendo hora de
que plasme por escrito uno de los fines de semana más intensos que he tenido en
lo que va de Erasmus.
El 4 de Marzo de 2012 era el día elegido para dejar atrás los malos
recuerdos de la única media maratón que había corrido hasta el momento, hacía
dos años en el Triatlón de Buelna. En aquella ocasión, las ganas y la obsesión
por hacer un buen tiempo hicieron que, a partir del Km 15, la situación fuera
agónica, acabando la carrera más por mi equipo de relevos que por mí mismo y
con un tiempo de 1h 27min. Pero esta vez iba a ser diferente.
Para empezar, el plan era salir a disfrutar de la carrera y del ambiente.
No todos los días tengo la suerte de correr con 35000 personas por una de las
ciudades más bonitas del mundo. Además, la compañía de Pablo Ibarguren y Txito,
que habían venido desde España a pasar el fin de semana a París, iba a ser un
aliciente añadido.
El domingo 4 de Marzo amaneció nublado y fresco. La carrera empezaba a las
10 de la mañana y, por tanto, me tuve que levantar a las 6 para desayunar. A las 8 había quedado con Ibarguren y Txito
en Notre Dame y desde allí coger el metro que nos llevaría hasta el Bois de
Vincennes, salida y llegada de la carrera. Finalmente, Txito no pudo correr por
culpa de una lesión, así que nos iba a servir mucho de apoyo logístico.
La primera sensación de estar viviendo algo grande la tuvimos en el metro…
¡QUE RIADA DE CORREDORES! No había nadie en la Línea 1 del metro que no fuera
vestido de running. Disfrutando del ambiente de metro llegamos al Bois de
Vincennes sobre las 9, 1 h antes de la salida. Sin la presión de tener que
correr buscando tiempos ni nada por el estilo nos metimos entre la marabunta
para cambiarnos de ropa y calentar. Cada vez iba llegando más y más gente.
Cuando faltaban 15 min para las 10, Pablo y yo nos fuimos a nuestra zona de
salida. Íbamos a salir con los que buscaban 1h 35 min. No pudimos inscribirnos
más adelante porque había que acreditar marca y yo no la tenía, por tanto, nos
tuvimos que conformar con salir en torno al puesto 6000, más o menos. Por
delante, 6000 personas, por detrás, 30000… no está mal….
Ya metidos en el “corralito”, todos apretujados, como sardinas en lata,
intentamos avanzar hacia delante dentro de los de nuestro grupo de 1h 35min y
así perder el menor tiempo posible en la salida. Misión imposible esto último
pues desde que dieron la salida hasta que Pablo y yo pasamos por el arco de
salida pararon 2min 30seg…
Y… ¡En marcha! La carrera empezó a trompicones. Pablo y yo intentamos adelantar
al mayor número de gente en el primer km pero resultaba muy difícil. En zigzag,
subiendo y bajando por las aceras, esquivando contenedores de basura que se
cruzaban en el camino… así transcurrió el primer km… ritmo 4:30… No estaba nada
mal para lo difícil que era correr entre tanta gente. Como ya estábamos un poco
"enchotados" decidimos seguir avanzando entre la multitud. Poco a
poco fuimos encontrando espacio y ritmo, marcando un parcial en el Km 5 de
20min 23 seg… bastante más rápido de lo previsto y rondando un ritmo de 4
min/Km. Le pregunté a Pablo que qué tal iba, y me dijo que bien que podíamos
seguir así. Yo encantado, porque con el paso de los kms iba encontrándome mejor
y mejor.
En el km 7 aproximadamente salimos, por fin, del Bois de Vincennes por la
Puerta Dorada para adentrarnos en París. Desde ahí y hasta el km 11 el terreno
era favorable con una ligera bajada. Rumbo a la Place de la Bastille por donde
pasaríamos dos veces, a la ida y a la vuelta. Mientras bajábamos a Bastille
varias bandas de música animaban la carrera, una de ellas tocaba Paquito el
Chocolatero y, quieras o no, te hace ilusión y te motiva.
El ritmo seguía siendo alto, y ya empezaba a notar que Pablo iba un poco justo porque ya no corría a
mi lado. Sin embargo intentaba en todo momento esperarle y darle conversación. Las
sensaciones que yo tenía eran estupendas.
El paso por el Km 10 en 39:52 me hizo darme cuenta de que había
posibilidades de buscar un tiempo cercano a 1h 24min, algo que ni me planteaba
a la salida, pero que a estas alturas de carrera y con las buenas sensaciones
que tenía lo veía factible.
Pero en el tramo del Km 10 al 15 empezó la tortura para Pablo. Después de
girar en Hotel de Ville y afrontar el regreso hacia meta vi que se quedaba.
Intenté esperarlo y tirar de él en más de una ocasión, pero cuando me dejaba
alcanzar le costaba luego mantener el ritmo de 4 min/Km.
Esto hizo que un poco antes del Km 15 le preguntase cómo veía la posibilidad de atacar el tiempo
de 1h 24min. Me dijo que él no, que lo intentara yo. No podía desaprovechar esta oportunidad, las
piernas me pedían más y más ritmo así que tras pasar por el Km 15 con un
parcial de 1h 6 segundos apreté y comencé un periplo de 6 kilómetros en
solitario adelantando gente sin parar.
No miré el reloj, lo que salga bien venido sea, pensé. El problema de estos
6 últimos kilómetros es que eran cuesta arriba. El miedo que tenía a
desfallecer, como ya sucediera en el kilómetro 14 de la media maratón de Buelna, se fue esfumando poco a poco. Los
últimos kilómetros fueron cayendo sin enterarme… km 16…km 17…km 18… km19… km20…
último km a tope y últimos metros dándolo todo!!! Entré en meta me agaché para
coger aire, miré el reloj y… ¡¡¡¡¡ 1h 23 min 6 seg!!!!!
No me lo podía creer, pese a haber salido con la idea de rondar 1h 30min
acabé, haciendo mi mejor marca y con unas sensaciones buenísimas. Esperé en la
línea de meta a Pablo, que llegó dos minutos más tarde, marcando un tiempo de
1h 25 min y batiendo en 2 min su mejor marca en media maratón. La mañana no
podría haber salido más redonda, buen ambiente, buena compañía y ¡¡TIEMPAZO!!.
Ahora ya sé que puedo correr una media maratón sin desfallecer, pero solo
pienso centrarme en preparar la temporada de triatlón. Con más ganas y
motivación que nunca y con 3 meses por delante empiezo un periodo de
preparación en solitario, porque aquí en Paris me es imposible encontrar un
club que se adapte a mis horarios y objetivos.
…y que dure…
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