Cuando uno se encuentra a gusto con lo que hace, lo disfruta
y lo vive con pasión, los resultados van llegando solos. No sé si este es un
año para dar otro saltito, para mantenerme o para qué, pero lo que sí sé es que
llevo todo el invierno compitiendo con las mismas ganas del primer día.
El finde pasado en Alcobendas aprendí lo que es ser atleta
de verdad, midiéndome con lo mejorcito de España y asumiendo que no soy nadie en
este mundillo. Aunque pueda ser difícil de creer, esta nueva perspectiva que
tengo desde esa carrera creo que me va a venir muy bien para, en el futuro,
saber valorar cada resultado.
Este fin de semana volvía a mi ciudad, Oviedo, a disputar
junto a Vanesa la carrera de 10 kilómetros que, desde el año 2010, se lleva
celebrando en la capital carbayona. Atletas como Chema Martínez (2011), Carlos
Alonso (2013) o Pablo Ibáñez (2014) dejaron su nombre escrito en el palmarés de
esta prueba.
En 2015 las cosas eran distintas, un recorrido nuevo, aparentemente
menos duro, y una participación masiva de gente (más de 1000 personas) pero con
menos atletas de renombre en línea de salida.
Aún con todo, la "carrerita" no tuvo una previa
tranquila... El viernes por la tarde, tras llevar casi 8 horas sentado en mi
silla del IH Cantabria, decidí calzarme las zapatillas y salir a soltar un
rato... Me dio por subir a un monte que hay cerca de donde trabajo, por un
caminillo bastante empinado, por lo que la bajada me costó un poco y la hice
medio caminando, medio corriendo. Pues bien, esa idiotez de "experimentar"
dos días antes de una carrera me hizo levantarme el domingo con unas agujetas
en el cuádriceps izquierdo que me costaba hasta caminar normal... ¡Manda
narices! Toda la semana entrenando y descansando bien para joderla un par de
días antes... Pero bueno, no hay mejor analgésico que correr en Oviedo, así
que, pese a las malas sensaciones antes de la carrera, nada más asomar por la
calle Uría y ver el ambiente, me olvidé de las agujetas por completo.
Bien abrigados en una mañana oscura y fría, que poco tenía
que envidiar a la del eclipse, calentamos Vanesa y yo juntos, dando vueltas por
el Parque San Francisco. Es fácil cerrar los ojos y recordar esa misma escena,
pero unos meses atrás, el 31 de Diciembre. Mismo escenario que el de la San
Silvestre, pero distinta carrera ¿sería por fin la buena? Llevo años buscando
una victoria por las calles de mi ciudad y ahí estaba de nuevo dispuesto a
luchar por ello.
Nos fuimos acercando a las 10:30h y tomando posición en la
salida. Aconsejé a Vanesa situarse más adelante de lo que habitúa. Esta vez me
hizo caso y la jugada salió bien. Yo me coloqué en segunda fila, no me gusta
ser el protagonista al principio de la novela, prefiero serlo al final, así que
cedo este papel a otros corredores. Sé que los primeros metros se hacen rápido,
ya sea saliendo de primera, segunda o tercera fila, así que no tenía por qué
haber estorbos. Desde atrás escaneo al personal. Hay muchas caras conocidas y
que van a luchar por la victoria. El primero que me sorprende el Mohamed Bakkali,
atleta muy joven del Lugones y con una planta de corredor que asusta. Junto a
él otros míticos del atletismo asturiano, como Esteban Tejedor, Fernando
Canellada, Victor Álvarez... No va a ser fácil.
Se da la salida y desde mi posición de actor secundario me
dedico a contemplar los movimientos y a actuar en consecuencia. Hoy no es el
día de hacer marcas, hoy hay que ir a ganar. Además, el circuito, pese a estar
homologado, no invita a realizar grandes registros (la subida por Viaducto
Marquina es rompedora, por ejemplo, y hay que hacerla dos veces).
Con aun casi los 10 km por delante, se forma un grupo de
unas 10 unidades, comandado por Moha y un chico al que no conozco pero que
tiene pinta de correr bien. El ritmo es cómodo para ser una carrera de 10 km.
Nada más salir sufrimos los efectos de la primera subida por Viaducto Marquina
para coronar en la Losa y lanzarnos calle abajo hacia la Florida. En la subida
se hace el primer corte y nos quedamos 8 en el grupo. Ninguna sorpresa hasta el
momento, todos los que tengo en lista siguen al pie del cañón. Llegamos al
punto de retorno y la cosa no se mueve. Ritmo machacón de 3:17, más o menos,
que alguno no puede seguir y se va descolgando.
Entramos en Uría todos juntitos, oímos los ánimos del
público allí presente y del speaker. Al paso por el kilómetro 5, el chico que tenía
pinta de correr bien decide entrar en meta (se podía elegir entre hacer 5 o 10
km) y gana con facilidad la carrera de 5 kilómetros. El resto seguimos a lo
nuestro, pero pronto se rompe la paz. Movimiento también esperado: en la
segunda subida a Viaducto Marquina, Esteban Tejedor cambia de ritmo y nos vamos
solos él y yo.
Dudo por un instante si pasarle y poner mi marcheta hasta el
final, pero faltan 4 kilómetros y me estoy jugando la victoria, así que
prefiero esperar... ya habrá carreras para hacer experimentos. Bajamos juntos
hasta la Florida y ya volviendo, a falta de 2 kilómetros, Fernando Canellada
nos da caza y se pone a tirar. ¡De lujo! La nueva incorporación al grupo hace
que Esteban se quede cortado y todo apunta a que la victoria se va a decidir
entre Fernando y yo en el último kilómetro.
Pasamos la pancarta del kilómetro 9. La distancia con
nuestros perseguidores va en aumento. Me lo pienso... ¿cuándo atacar? En ese momento me acuerdo de las series de 300
metros con Adrian del Miércoles y me da confianza. Tanto, que a falta de 500
metros salto y me lanzo a por la victoria con todo. No me lo puedo creer, faltan
300 metros y me veo ganador. Enfilo la calle Fruela, con el arco de meta al
fondo en Uría. Atisbo la cinta de ganador que me espera. Miro hacia atrás para
asegurarme de que tengo tiempo para celebrarlo y cruzo la meta levantando la
cinta al cielo ovetense.
Pufff ¡QUÉ SENSACIÓN! ¡POR FIN! Pero si mi alegría parecía
insuperable, veo a Vanesa que se acerca a mí, me abraza y me dice que ha ganado
la carrera de 5 kilómetros ¡Ahora sí que estoy flotando! ¡Buaaa! Me pellizco
porque no me creo que sea verdad. Compartir victoria con ella era algo
inimaginable.
Nos entrevistan a los dos, primero el speaker de la carrera
y después para el reportaje que suelen emitir en teledeporte sobre cada una de
las carreras de 10 km del circuito "rexona street run". Y por fin me
abrazo con mi padre, que tras de estos meses jodido le veo sonreír y ese es el
mejor trofeo que me llevo del día de hoy. También mi madre y mi tío estaban
allí animando, siempre al pie del cañón. ¡MIL GRACIAS!
Entrega de trofeos por parte del alcalde de Oviedo, Agustín
Iglesias Caunedo, y vuelta a casa con el mejor sabor de boca que recuerdo en
mucho tiempo.
Vanesa ¡ENHORABUENA! No creo que haya en el mundo un novio más orgulloso de su novia de lo que lo estoy yo de ti.
...y que dure...
Enlace de la clasificación: http://resultados.rfea.es/2015/resultados/ruta/10kmRexonaStreetRun_oviedo.pdf
Es curiosa la repercusión que esta carrera ha tenido en los medios de comunicación. Así que os dejo todos los enlaces de prensa en los que se han hecho eco de la noticia:
El Comercio:
La Nueva España:
Real Federación Española de atletismo:
Web del Selaya:
Y también adjunto un enlace a la página con los vídeos de la carrera:
http://www.corriendovoy.com/atletismo/rexona-street-run-oviedo-2015
En Teledeporte han emitido un precioso reportaje también, así que un enlace más que os dejo:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/atletismo/atletismo-10km-villa-laredo/3059883/
En Teledeporte han emitido un precioso reportaje también, así que un enlace más que os dejo:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/atletismo/atletismo-10km-villa-laredo/3059883/
Y antes de terminar quiero agradecer a todos los fotógrafos que nos han dejado unas imágenes para el recuerdo imborrables y preciosas: Pedro Pablo Heres, La Tabernilla de Oviedo, MV Foto y los fotógrafos de la organización !GRACIAS!
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