Otro año más, y con este van siete, llegó el día de ganarse
un Papá Noel de chocolate. Porque la carrera de Nochebuena de Gijón, además de
ser un clásico de las pruebas populares asturianas, se caracteriza por ese
obsequio que nos dan a todos, pequeños y mayores, al entrar en meta. Más de
2500 figuritas de chocolate se repartieron este 24 de Diciembre, de nuevo
primaveral, y con una temperatura más propia de la época estival que del invierno.
Tras los 8 km de Castrillón del Sábado pasado, las piernas
no estuvieron muy finas durante la semana. Competir dándolo todo en asfalto me
deja bastante tocado muscularmente, pero, gracias, entre otras cosas, a las
prodigiosas manos de Sergio Ingelmo, y a los minuciosos y detallistas
entrenamientos planificados por Ricardo, conseguí llegar a Gijón muy recuperado
y con buenas sensaciones. La única sesión de calidad de esta semana fue el
Martes, con unas series (5x500 + 5x400) en la Albericia, que me dejaron buen
sabor de boca y confianza para esta carrera.
Como todos los años, la prueba de Nochebuena de Gijón, al
igual que los 8 km de Castrillón, suele ser un anticipo de lo que se va a ver
en las San Silvestres, y no hay más que echar un vistazo a la lista de
inscritos para darse cuenta del nivel. Por descontado, la dupla del Gijón
Atletismo, Youssef Benkert y Raúl Álvarez, partían como favoritos, pues llevan
unos meses dando recitales en todas las carreras a las que van. Aunque también
formaban parte de esa lista atletas con opciones Borja Jerónimo, Martín Acebes
y Martín Álvarez Espinar, para mí, los otros tres que deberían estar luchando
por las plazas de top 5. Luego estamos un grupo muy igualado en el que me
incluyo junto a Jorge Cosío, Aurelio, Lionel... Todos ellos presentes en el
arco de salida. Eché de menos a algunos inscritos como Pablo Ibañez o Manu
Guerreiro, que al final no vinieron. Aún así, creo que había suficientes
nombres como para ofrecer una carrera vistosa.
Raúl y Youssef, ¡como sigáis corriendo tanto vais a dejar de aparecer en las crónicas! jeje |
Buen calentamiento por las inmediaciones de Las Mestas y a
las 11 en punto estábamos los más de 2000 participantes ya prestos a tomar la
salida. Por delante 5,1 kilómetros agónicos, rápidos y disputados. Una cuenta
atrás de 10 segundos dio paso a la marabunta multicolor que, como todos los
años, salió despendolada en dirección a las universidades. Me vi muy cerrado en
los primeros metros, y rebasado por varios atletas jóvenes y rápidos que son
capaces de aguantar los primeros kilómetros a ritmos inferiores a 3'/km.
Preferí no agobiarme con esa sangría de posiciones y en vez de pegarme un
calentón para avanzar puestos, me dediqué a esperar que la gente fuera
cediendo. Miraba el reloj e íbamos a poco más de 3'/km, por lo que el ritmo era
el que tenía que ser, y un calentón en ese momento podía hipotecar la carrera.
¿Atechado o atrapado? Buscando a Wally (Foto: Correr Asturias) |
Durante ese primer kilómetro a la expectativa, esperando a
que se despejara el panorama, vi como Borja había puesto la directa y nos
sacaba un verano. Detrás de él y también varios metros por delante de mi grupo,
rodaban Raúl, Youssef y Martín Acebes. No hice amago de ir a por ellos porque
su ritmo era sub 3 y si lo intentaba la petada podía ser monumental.
Llegamos al giro donde la Laboral, en el kilómetros 1.5, y
el despeje de corredores previsto me permitió ponerme en posiciones delanteras
de mi grupo. Cosío era el que tiraba de nosotros, mientras que Martín Álvarez y
yo le secundábamos. También Lionel (con quien había tenido un duro sprint por
el 4º puesto en la San Silvestre de Oviedo de hace dos años) iba con nosotros,
al igual que Aurelio.
Tensando, con Cosi y Lio atentos |
Ya de vuelta hacia las Mestas Martín Álvarez cambió
ligeramente y aproveché para ponerme a la par y darle continuidad al ataque. No
miré hacia atrás, pero creo que algún integrante del grupo empezaba a ceder.
Llegamos al kilómetro 2 y por primera vez levanté la cabeza para ver lo que
pasaba por delante.
Vi a Borja girarse para comprobar la distancia con Raúl y
Youssef, y poco después de hacer el gesto se retiraba, dejando vía libre a los
dos galgos gijoneses. Por su parte, Martín Acebes cedía unos metros con los dos
líderes, circunstancia que quise aprovechar para acercarme a él. Pusimos rumbo
hacia el Molinón y metí una marcha más, a la caza del atleta del Universidad de
Oviedo. Conseguí separarme unos metros de Lionel, Cosío y Martín Álvarez, pero
el regreso en paralelo por el Piles se me hizo eterno. Tanto, que Lionel consiguió
enganchar conmigo, pasándome como un obús. Sin cebarme con el ataque, poco a
poco, me pegué a él y juntos entramos en el complejo deportivo de Las Mestas.
Solo 800 metros para meta y ya estaba pasándoseme por la cabeza aquél sprint en
la San Silvestre de Oviedo 2014 ¡Qué agonía!
Último giro, se puso nerviosa la fotógrafa y por eso salió borrosa jeje |
Esperé el cambio y éste vino a unos 500 metros de meta,
quizás demasiado fuerte y demasiado pronto. Aunque íbamos rápido, mis piernas
me permitieron poner una marchita más y responder al acelerón de Lionel con un
último cambio una vez hubimos entrado en el velódromo.
Conseguí abrir un hueco de 20 metros y sufrí para mantenerlo hasta meta, entrando en cuarta posición por detrás de Youssef, que repetía victoria, Raúl, que repetía segundo puesto, y del joven atleta del Universidad de Oviedo, Martín Acebes, que aguantó como un jabato la tercera posición en solitario.
Fotaza: Ángeles Llera Fernández y Francisco Rivas Álvarez |
No se puede decir que no lo di todo. Foto:Araceli Sánchez Jose María Villamandos |
Conseguí abrir un hueco de 20 metros y sufrí para mantenerlo hasta meta, entrando en cuarta posición por detrás de Youssef, que repetía victoria, Raúl, que repetía segundo puesto, y del joven atleta del Universidad de Oviedo, Martín Acebes, que aguantó como un jabato la tercera posición en solitario.
Misma foto que en 2015: Pódium Sénior Masculino |
Y ¿qué conclusiones saco después de esto? Pues que ya casi estoy
al nivel del año pasado. Que hoy, pese a ese primer kilómetro en el que me vi
atrapado, fui capaz de rodar a 3 pelaos e incluso hacer el último kilómetro sub
3; y que cada semana doy un pasito respecto a la anterior.
Ahora a recuperar con los turrones para seguir disfrutando
de las carreras navideñas.
Próxima parada...
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