Seguimos con semanas de
inactividad competitiva y desempeñando una faceta a la que no estaba
acostumbrado. Hay veces que dejas pasar los días, los meses, los años… dejas
pasar las experiencias y los aprendizajes y no los compartes con el resto de la
gente hasta que te das cuenta de que de esa experiencia vital, aunque sea modesta,
se pueden aprovechar otras personas.
Y qué mejor forma de compartirlas
que volviendo al lugar que me formó, al lugar donde durante 15 años me
educaron, no solo académicamente sino en muchos otros aspectos que tiempo después
salen a relucir.
El viernes pasado volví al
Colegio Meres, invitado por Lalo y Roger, para compartir una charla sobre
“Ingeniería y Deporte” con alumnos de la ESO y Bachiller. Aún recuerdo cuando
era yo el que estaba allí sentado escuchando a mis profesores. Esta vez, las
tornas se dieron la vuelta y eran ellos, junto a los alumnos, quienes me
escuchaban a mí contarles cómo había sido mi vida después de terminar con 18
años en el Colegio y cómo el deporte me había ayudado a mantenerme activo y
motivado en el aspecto académico y laboral.
Intenté que fueran charlas
amenas, contando anécdotas, introduciendo referencias a competiciones y, de vez
en cuando, lanzando mensajes directos a esos alumnos que, en unos años, estarán
repartidos por toda la geografía española y mundial estudiando ingenierías,
medicina, magisterio o cualquier especialidad que les guste.
Sin perseguir otro objetivo que
hacerles reflexionar, me encontré con un ambiente muy agradable y respetuoso.
Es difícil lidiar con un público tan joven y mantener su atención, por eso me
sorprendió el interés que los alumnos mostraron en todo momento por las
explicaciones.
Esta vez quise profundizar algo más
en el campo laboral en el que me muevo, contándoles cómo un centro de
investigación (IH Cantabria) surgido de un departamento de la Escuela de
Caminos de Santander, se había convertido en un centro multidisciplinar con
cabida para todo tipo de perfiles profesionales. Tenemos uno de los mejores
Institutos de Ingeniería Oceanográfica del mundo al lado de casa (Santander) y
la gente no lo sabe, por eso creo que está bien informar y contar a pie de
calle a qué nos dedicamos. Cómo se construyen los puertos, cómo “funcionan” las
playas, cuán importantes son las estrategias contra el cambio climático en la
costa o cómo podemos reproducir a escala prototipos de obras marítimas o
sistemas flotantes para ensayar en el Gran Tanque son algunos de los temas que
toqué durante la exposición.
También aproveché para hablar de mi Tesis
doctoral, enfocada a la propuesta de soluciones naturales para la defensa de la
costa frente a la erosión y la inundación.
Y para cerrar la tarde de
Viernes, terminé recorriendo los pasillos que me vieron crecer y saludando a
todos los profesores que me habían dado clase y a quienes agradezco enormemente
haberme guiado hasta lo que soy hoy en día.
Muchas gracias a todos y espero
volver pronto
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