Aunque la carrera de los 10 km Oviedo-Las Caldas fue como un
caramelo que endulzó el sabor amargo del Cross de Ajo, aun me hacía falta
acabar de "limpiar" esa amargura con una carrera de las mismas
características, es decir, con un cross.
Novedad para mí la de participar en el Cross de Colindres,
que este año cumplía su trigésimo novena edición, que se dice pronto, siendo, a
su vez, campeonato regional de veteranos. Sobre una distancia de 10000 metros y
un circuito enrevesado, con giros y obstáculos (sí sí, obstáculos de los de
saltar), formamos en la línea de salida un puñado de atletas Sénior, entre los
que destacaban Luis Javier Casas, Hachoumi, Mohamed, David Álvarez o Manu
Gómez, que reaparecía tras unas temporadas intermitente. No éramos muchos pero
sí había nivelillo. Faltaban los más gallos de la región, pero los citados, más
algún actor secundario que quiso ser protagonista, como mi compañero de
entrenos Adrian, pusieron emoción a una bonita carrera de Domingo "Inviernoprimaveral".
A las 12:40h se dio el pistoletazo de salida. Con la lección
aprendida de Ajo, donde sufrí como un perro al final, decidí salir
ultraconservador e ir progresando con el paso de los kilómetros. Los primeros
giros y prácticamente la primera de las cinco vueltas fuimos en pelotón. Nadie
tomaba la iniciativa hasta que David y Luis Javier nos sacaron de nuestro
letargo y nos pusieron en fila de uno. Aunque iba muy bien de fuerzas y cómodo,
en esto del cross estoy aprendiendo que las sensaciones engañan y que mejor que
sobre y no que falte, pues las sobras hay tiempo para gastarlas, pero los
excesos se pagan con intereses muy altos.
Y con esa idea en la cabeza me puse detrás de mi compañero
Adrian, que a su vez seguía a Manu Gómez y Mohamed. Formamos un cuarteto del
cuarto al séptimo donde yo fui siempre a cola. Pero las buenas sensaciones del
principio duraron dos vueltas... en la tercera, empecé a hacer la goma con mis
compañeros de grupo. Se me iban en las rectas y yo los pillaba en las curvas.
Me costaba seguirles y estaba sufriendo más de la cuenta ¿iba realmente mal?
Pues no, porque giraba la cabeza y veía que nuestros perseguidores, normalmente
atletas de mi nivel en este tipo de crosses largos, estaban cada vez más lejos.
El ritmo era alto y constante. Los tres primeros tampoco nos sacaban mucho y
yo, sorprendido con el rendimiento de Adri, sufría para aguantarles el ritmo.
Antes de iniciar la quinta vuelta, presencio como, unos
metros por delante, Mohamed y Manu dejaban a Adrián un pelín descolgado. Solo
dos kilómetros para meta y, aunque iba fuerte, un cambio de un kilómetro sí que
me había guardado. Por tanto, cerré rápido el pequeño hueco con Adri y, tras
recuperar un poquito a su estela, me fui a por los dos escapados.
Tan solo un
kilómetros y el pulso iba por las nubes. Siento como les voy pillando a medida
que nos acercamos a las últimas curvas. El cuarto puesto está en juego y quedan
400 metros. Consigo casi enlazar con ellos, los tengo a tiro, pero venir tan
forzado desde atrás no me permite hacer el último cambio que Manu y Mohamed sí
tienen y me es imposible pasarlos, entrando a 2 segundos de ellos en sexta
posición.
¡BIEN! Buena carrera, creo que rindiendo al 100% para ser
cross y ser tan largo. Con el paso del tiempo me voy dando cuenta de qué tipo
de corredor soy, y sin duda, el cross no es mi terreno. Por mi forma de correr
me adapto mejor al asfalto, pero eso no quita para que siga sufriendo y
disfrutando en cada cross de esta región. Un sexto puesto que acaba de
limpiarme del todo el mal sabor de boca de Ajo y me da confianza y ánimo para
dar un pasito más en estas dos semanas que faltan para el regional de Loredo,
donde espero llegar a tope. Y nada más, otro Domingo de carreras y bien
acompañado por mis padres, que no sé como aguantan este ritmo.
Muchas gracias a bertafotografías por el fotón que nos ha sacado. Creo que no hace falta buscar mucho para saber cual de todas las fotos que he publicado es la suya.
Nos vemos en la siguiente... y que dure...
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