lunes, 12 de octubre de 2015

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2015

Como todas las temporadas, y con esta ya son cinco, toca echar la vista atrás y hacer balance, de lo malo y de lo bueno de la misma. De forma rápida y concisa estos han sido los puntos positivos y negativos del año:

-Puntos positivos: Sigo mejorando, poquito a poco, dando pequeños pasos, pero seguros. Además, fichar por el Bender Triatlón me ha venido de lujo para enfocar este deporte de forma distinta, sin presión, sin ataduras y feliz.

- Puntos negativos: El falso profesionalismo que estoy viendo en las carreras (frase robada a Víctor Carrera). A veces, triatlones de pueblo como los que corremos en Cantabria, parecen más etapas de Tour de Francia que lo que realmente son. No nos creamos mierda, porque no llegamos ni a pedo (esta frase me la suelta Vanesa cada vez que ve que me crezco, y me viene bien para poner los pies en la tierra). Disfrutemos de nuestro esfuerzo y sintámonos orgullosos de lo que hacemos, pero con los pies en la tierra.

Aunque no me gusta plantearme objetivos a largo plazo, para 2015 sí tenía en mente algunas cosillas, como el Campeonato de Europa de Duatlón en Alcobendas, la Media Maratón de París o intentar revalidar alguno de los títulos de triatlón conseguidos en 2014. Pero, como digo, todo ello sin obsesionarme, porque el año es muy largo y mis principios están claros: ir de fin de semana en fin de semana marcándome retos a corto plazo y buscando fuentes de motivación constantemente.

Así empezamos...

...y así acabamos


Invierno de barro
Enrolado en las filas del Selaya Reparte, antes de terminar 2014 ya había corrido el Cross de Cueto, el regional de Cross Corto de Laredo, la Carrera de Navidad de Piélagos, la carrera de Nochebuena de Gijón, la San Silvestre de Mieres y la San Silvestre de Oviedo. Si me tengo que quedar con tres momentos, el primero es el pódium en mi ciudad, que por segundo año pude disfrutar y que me hace más ilusión que cualquier otra carrera. El segundo es mi carrera en Renedo, corriendo casi 8 kilómetros a 3:08, ritmo impensable para mí hace más bien poco. Y el tercero, al vuelta a los barrizales, cuatro años después, con un 9º puesto en el Cross de Cueto.

Vuelta a los barrizales (Cross de Cueto)

Cto Regional de Cross corto (Laredo)

El pódium más emotivo de la temporada

El año 2015 empezó como una continuación de la temporada de Cross que había dado su pistoletazo de salida en Noviembre. Las carreras de atletismo fueron una constante durante el invierno y me sirvieron para dar otro salto de calidad a pie y hacer muy buena base para los duatlones y triatlones.  En Enero disputé el Cross de Torrelavega, con un 8º puesto absoluto, y una semana después volví a Oviedo para ser segundo en la carrera  Oviedo-Las Caldas (10km). El Regional de Cross Largo en Loredo cerró un mes de Enero que, si tradicionalmente había sido un mes de parón para mí, el de 2015 fue todo lo contrario.

10 km Oviedo-Las Caldas (2º)

Febrero empezó lluvioso y frío, pero ese frío y esa lluvia se concentraron en un único lugar y en un mismo momento, el día de la disputa del Cto Regional por Clubes en Punta Parayas. En una mañana infernal, defendimos los colores del equipo como buenamente pudimos, consiguiendo un quinto puesto por clubes, lejos del objetivo, que era colarse en el pódium para tener opciones de ir al Cto de España de Cross por Clubes (asignatura pendiente que hay que aprobar en 2016).


Cross Punta Parayas... más agua que en los triatlones


Tramo final de la temporada de atletismo: ¡de traca!
A estas alturas de la temporada y con bastante trisca en el cuerpo, empezó la temporada de duatlón en Cantabria. Siete pruebas se requerían para completar este año el Circuito Liberbank de Duatlón. La primera de Galizano me la perdí por coincidir con el cross de Parayas, pero a la segunda, Astillero, llegué con ganas. En bici solo había entrenado en el rodillo, como todos los años, pero sobre mi nueva cabra pude defenderme decentemente y no rasqué podíum porque Sergio Correa me fulminó en el último sector a pie.

Duatlón de Astillero. Fotón de Jorge

Contento con las sensaciones de esta carrera, empezó un periplo de dos semanas sin competición cuyo destino era la Media Maratón de París. Volver a la ciudad conde empezó todo, donde corrí mi primera Media, allá por 2012, y rodeado de amigos (Andrews, Ibarguren, Álvaro y Javi) era una motivación extra. Sin una preparación específica para la distancia, pero con muchos kilómetros y carreras en las piernas gracias al invierno atlético que me había pegado, llegué a París para marcar 1h 12 min y 6 segundos y firmar un puesto 36 de casi 50000 personas que tomaban la salida. Ahora que ya tengo una marca de referencia en Media Maratón va a tocar sudar para rebajarla en los próximos años.

Finde turístico-deportivo en París

El esfuerzo en todos los crosses, los pódiums en las carreras populares y la marca de la Media de París tuvieron su recompensa el día siguiente de volver de Francia. Había sido seleccionado para ir con la Selección Cántabra de Cross al Campeonato de España, en Alcobendas. Sin duda un premio inesperado y una de las noticias que más ilusión me ha hecho este año. Nunca imaginé poder compartir expedición con atletas de la talla de Javier Crespo, Roberto Ruíz o Sergio Correa. Estar en la línea de salida de Alcobendas ya era un premio. Iba como octavo integrante de la Selección . En principio, sólo puntuaban seis, pero tras una carrera de 12 km agónica conseguí ser el cuarto del equipo, puntuando y yéndome para casa con una experiencia más en mi vida, bonita y difícil de repetir.

Un lujo. Selección Cántabra de Cross (Alcobendas, Cto de España)

Aprovechando el buen estado de forma a pie, el finde siguiente volví a Oviedo para correr los 10 km Rexona Street Run por las calles de mi ciudad. Si el cuarto puesto de la San Silvestre me había sabido a victoria, el primer puesto en los 10 kilómetros me supo todavía mejor, encima compartiendo pódium con mi chica, que ganó la prueba de 5 kilómetros... ¿puedo dar marcha atrás en el tiempo y repetir ese fin de semana todas las veces que quiera? Punto y seguido a la temporada de atletismo que, de forma inesperada, acabó convirtiéndose en una parte importante de 2015.

Las victorias compartidas saben mejor :)


Pasamos de las dos patas a las dos ruedas: arrancan los duatlones
Si bien el duatlón de Astillero sirvió para abrir boca entre tanta carrera a pie, a partir de Abril, los duatlones pasarían a primer plano. Con el objetivo ya marcado del Cto de Europa de Duatlón en Alcobendas, aproveché otras carreras para coger el punto.

El duatlón de Santander fue la primera. Una preciosa prueba donde Pepín, Manu Vega, Sergio Santiago y yo nos jugamos la victoria en el último sector a pie, siendo Pepín quien se llevara el gato al agua, por delante de mí (2º) y de Manu Vega (3º). Grandes sensaciones que contrastaron con las vividas en el Cto de España de Duatlón, dos semanas después.

Entre dos galgos. Esto sí es correr.


Una herida en el pie y un catarro convirtieron la carrera de Soria en una tortura. Quinto de España en mi Grupo de Edad en duatlón Sprint, y gracias. No había más, y sólo quedaban dos semanas para Alcobendas. Esas dos semanas fueron más duras aún. No pude entrenar a pie por culpa de la herida. En bici iba bien, y en ese sector puse toda la esperanza de sacar algo bueno del europeo.

Recuerdo amanecer en Alcobendas el día de la carrera, asomarme a la ventana y ver llover a chuzos... ¡Qué bajón! Pero la competición, distancia larga (10km a pie+40 km bici+5km a pie) y dura, puso a cada uno en su sitio y a mí me regaló una medalla de plata que el daltonismo inducido por la emoción del momento me hacía verla dorada.

Plata Europea (GE 25-29)

Se me atragantan los ingleses

Lo mejor de todo es compartirlo. Gracias! :)



El bajón de Abril para luego remontar
En una fase de la temporada en la que sentía que iba cuesta abajo, conseguir rascar chapa en el europeo fue una grata sorpresa. Pero la cuesta abajo seguía, y el mes de Abril fue horrible. Malas sensaciones entrenando, pocas ganas y falta de objetivos a corto plazo hicieron de la espera hasta el comienzo de los triatlones un periplo por el desierto. Un cuarto puesto en el Duatlón de Cabezón y el consiguiente título de campeón universitario de la especialidad no sirvieron para recuperar la chispa.

Pódium universitario de duatlón


Pero llegó Junio, calorcito, y las piernas empezaron a despertar. Antes de competir en las pruebas del Circuito Cántabro de Triatlón me fui con Pablo Gutierrez a Gorlitz. Carrera preciosa pero donde, la peligrosidad de la bici me dejó con la duda de si podría haber optado a pódium. Decimotercer puesto engañoso y confianza para arrancar los triatlones cántabros.

Empezamos a afinar: Triatlón de Gorlitz

El primero fue el de San Vicente (Sprint con drafting) y donde pude comprobar la tónica general de lo que se preveía un verano difícil, si quería revalidar el título de Campeón del Circuito. En la primera, Sergio Correa, escoltado por su ejército del Triatlón Santander, se hizo con el triunfo. Yo rasqué un segundo puesto a base de correr con el alma para que todos los que me fueron chupando rueda en bici no me ganaran.

Triatlón de San Vicente

Un parón de una semana sin triatlones en Cantabria me hizo moverme hasta mi tierra y tomar la salida del triatlón Sprint de San Esteban de Pravia. Buena natación, buena bici (salvo en las bajadas) y mejor carrera a pie para hacerme con una victoria muy currada.

El segundo asalto, triatlón sin drafting de Suances, me lo llevé yo, en un apasionante mano a mano con Sergio, que creo que ha sido la lucha más bonita que hemos tenido, junto con la del Campeonato de España de duatlón del año anterior. Segundo puesto de la general y primer cántabro. Empate a puntos en el circuito.

El gesto de Gonzalo (al fondo) lo dice todo


La tercera era el Triatlón de Laredo. Gran organización y ambiente. A priori, similar a Suances, por lo que tenía que aprovechar la circunstancia e intentar ganar. Pero no tuve el día a pie. Bien nadando y en bici, pero en carrera, cuando tenía el primer puesto a 15 segundos, me desfondé y entré en meta tercero. Victoria incontestable de Sergio y segundo puesto de Gorka que ponía cuesta arriba la posibilidad de hacerme con el circuito. De las tres carreras restantes, dos eran con drafting, favorables para Sergio. Sin duda desaproveché en Laredo mi última baza para desequilibrar la balanza a mi favor.

¡Corre que quema! Triatlón de Laredo

Dos semanas por el medio hasta el siguiente triatlón, así que el finde que tenía libre me fui a Gijón a correr el Campeonato de España de Biatlón. Título Nacional Sénior en una carrera explosiva y divertida, pero en la que casi me dejo un dedo del pie en la rampa de acceso al agua.

Pódium Cto de España Senior de Biatlón

Antes del parón veraniego corrimos la cuarta prueba del circuito: El triatlón Sur de Cantabria. Y se repitió la película de San Vicente, yo solo contra todos y un equipo, el triatlón Santander, en el que el éxito de uno (Sergio Correa) puede más que la satisfacción del resto. Renunciar a hacer un buen puesto por un compañero carrera sí y carrera también es muy bonito y bla bla bla, pero para eso yo no iría a los triatlones, deporte que considero individual. Por poner un ejemplo, si va Cabellos (compañero del Bender Triatlón) por delante de mí en bici y yo detrás persiguiéndole, nadie me va a decir que no tire, iría a por él y si puedo ganarle le gano. Total, segundo puesto detrás de Correa bajándome a correr acalambrado y corriendo más, por cojones, que por fuerza. Contento, pero el circuito, a falta de dos pruebas, era casi matemáticamente para Sergio.

Foto del Post-carrera en el Pantano del Ebro


El finde siguiente fuimos a Almazán (Soria) para defender los colores de la selección cántabra de triatlón. Corrimos el sábado la prueba individual y el domingo los relevos. Sergio Correa, Guillermo Ruíz, Marcos Mendiola, Jorge Cueto, Ánder Sáez, Pilar Miralles, María Gómez, Elena Villanueva y un servidor, pasamos un gran fin de semana de convivencia, con Juanra como seleccionador. Otra experiencia a la buchaca. En lo deportivo, mal. Mientras no aprenda a nadar, no tengo nada que hacer a nivel nacional.

Selección Cántabra de Triatlón masculina

Ricas aguas...


Parón triatlético y tiempo para las millas
Como soy culo inquieto y no me gusta parar, el resto de Julio me dediqué a correr millas. La primera, en Santander, me hice con el triunfo en categoría de federados. El finde siguiente, en Polanco, hice tercero y por último, antes de mis vacaciones de verdad, corrí la milla Élite de Selaya, invitado de nuevo por mi club y mejorando mi marca y puesto del año anterior (13º con 4:42).

Moreno parcheado para ganar en Santander



Nunca te rindas, haz justicia: gran final de temporada
Y ahora sí, Agosto me lo tomé como un periodo de transición y descanso competitivo antes de afrontar los dos últimos triatlones de la temporada cántabra (Comillas y Santander). Con el circuito Liberbank casi perdido, aún soñaba con ser, al menos, campeón regional en Comillas, pero Septiembre empezó con sorpresa. Tras un par de semanas de buenos entrenos y sensaciones, decidí adelantar el debut otoñal una semana y correr el Triatlón de Santa Olaya en Gijón. Me iba  servir para coger chispa de cara a Comillas (dos semanas después). Pero una gastroenteritis de caballo me tumbó, literalmente, el día antes. Fiebre, vómitos y diarrea durante cuatro días, convirtieron mi cuerpo en un escombro. Me quedé con tres kilos menos y sin fuerza. Una semana antes de Comillas quise desapuntarme de la prueba porque me costaba correr 30 minutos seguidos a ritmo trotón. Pero la debilidad, tan rápido como vino, se fue, y por lo menos, los cinco días antes del regional pude entrenar bien. Llegué a Comillas con dudas, pero las resolví con una victoria regional y segundo de la carrera. Anonadado me quedé... no me lo podía creer.

¿qué he ganado? 

Moooola :)


La ausencia de Correa me permitió salvar la primera bola de partido y dejar abierta la esperanza para la última del año: el Triatlón de Santander. Llegó el día, y llegué perfecto de forma y motivado. Aunque Sergio volvió a decidir no correr, a mí solo me valía ganar, entrar primer cántabro. Los componentes del Buelna plantearon una estrategia de equipo para que ganara Esteban Cerro, pero no les funcionó y conseguí el triunfo, bregando de nuevo solo en bici, y dejándome el alma en la carrera a pie.
Imagen que habla por sí sola

El abrazo del oso

Euforia del presi


Punto y final a una temporada llena de sorpresas, casi todas buenas, y en la que volví a hacerme con el Campeonato Regional de Cantabria de Triatlón, con el Circuito Liberbank y, por supuesto, volví a disfrutar del deporte con amigos.

Lo que somos... lo que soy :)


Gracias a todos los que me habéis dado la mano en este 2015. El año que viene prometo volver con la misma ilusión, no sé lo que voy a correr, pero seguro que muchas carreras. Ahora descanso, reflexión  y disfrute.

Sean todos muy felices





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