Hace ya un tiempo que llevaba dándole vueltas a la cabeza...
Los crosses pasados habían servido para convencerme de que el barro no era tan "duro"
conmigo como lo había sido en mi anterior etapa atlética, allá por la
temporada 2009-2010. De entonces, recuerdo que miraba hacia atrás para
asegurarme de que no era el último. A día de hoy, la situación ha cambiado, y
por eso "llevaba ya un tiempo dándole vueltas a la cabeza..." ¿a qué
exactamente? ... ahora os lo explico.
El aplazamiento, por mal tiempo, del Campeonato Regional de
Cross Largo por Clubes, del pasado fin de semana, daba paso al Regional
Individual, que se disputaría sobre una distancia de 12000 metros, aproximadamente,
en la localidad de Loredo (Ribamontán al Mar). En juego estaban las 9 plazas
para representar a Cantabria en el Campeonato de España, y de ahí mi
"rucamiento de cabeza". Sin duda, era un gran aliciente para salir a
competir con ganas. Las semanas previas fueron buenas, en cuanto a entrenos y descansos,
y el mismo día de la carrera me levanté con buenas sensaciones ¿por qué no
soñar? Plantearse objetivos ambiciosos ayuda a no conformarse nunca con lo que
uno tiene y, en Loredo, sin duda, me había puesto un objetivo bastante ambicioso.
La cita, apodada como "Regional", tiene más
capacidad para captar la atención de atletas que no se dejan ver nada más que
en las ocasiones importantes, por lo que ya de salida era evidente que el nivel
de esta prueba estaba muy por encima de otras como Cueto o Torrelavega.
A las 13:40 formamos los más de 70 atletas en línea de
salida, y tras guardar un minuto de silencio en memoria de Antonio Pérez Morin,
nos lanzamos con cautela a por las 6 vueltas a un circuito enrevesado que tenía
de todo: zonas duras donde correr, agujeros donde dar al traste con los
tobillos, zonas de barro pestoso y curvas, muchas muchas curvas. De hecho, creo
que la próxima vez entrenaré en las Llamas entre dos árboles para practicar las
derrapadas ;) .
Digo que salimos con cautela porque al paso por el kilómetro
uno aún iba en el grupo de cabeza, junto a Manu Vega y Sergio Correa, entre
otros; pero el tridente del Piélagos (Pepín, Crespo y Tico) junto con Ricardo
Lanza (Saporo) no tardaron en tensar la cuerda y poner a los patitos en fila de
a uno. Aún conseguí completar dos vueltas en el grupo perseguidor, bastante
numeroso y con gente de más nivel que yo (Mediavilla, Luis Javier Casas,
Marcos, David Álvarez...). A cola de grupo fui sufriendo durante la tercera
vuelta, hasta que en la zona de barro empecé a ceder unos metros y me vine
abajo.
¡Puff! que largo es esto. Por suerte, otros miembros del
grupo también se quedaron algo rezagados y aún mantenía la esperanza de
enlazar, pero ¡qué va! no era capaz de pillarlos y en la zona de barro se me
iban cada vez un poco más. Me quedé detrás de Eduardo Zorrilla (Saporo) y a su
rueda fui dejando que pasaran las vueltas hasta que a falta de 4 kilómetros una
bombilla se encendió en mi cerebro y me recordó que estaba compitiendo, y que
ya era hora de sufrir un poco más, así que metí una marchilla más y empecé a
recortar a los de delante y a distanciarme de los perseguidores. Viendo la
gráfica de pulsaciones a lo largo de la carrera se ve cómo estas decaen
notablemente a partir del kilómetro cuatro, pero vuelven a recuperarse en el
tramo final de carrera.
A falta de una vuelta
adelanto a Luis Javier Casas y veo que le estoy comiendo la tostada a Miguel
Ángel Cobo. Aprieto el culo para pasar el barro con dignidad por última vez,
pero hoy no era el día y me tengo que conformar con una 14ª plaza que me sabe a
poco, porque no supe sufrir en todo momento, porque, aunque salí fuerte, entré
en una pequeña crisis a mitad de carrera que me hizo perder toda opción de
engancharme al tren de los que iban a jugarse las plazas para el Campeonato de
España.
De todo se aprende, y en esta carrera aprendí bastante: Cuando la
cabeza no se cree lo que estás haciendo, no lo hace, aunque el cuerpo esté
capacitado para ello. Y prueba de ello fue la capacidad de reponerme del bajón
en los últimos 4 kilómetros. Como dice mi amigo Nacio, hoy "me eché una
buena siesta en mitad de carrera"
Así que para el próximo Domingo, en el Regional por Clubes,
no me voy a dejar engañar tan fácilmente por mi cabeza y voy a creerme lo que
estoy haciendo, desde el primer metro, hasta el último.
Y como siempre, a mi "pequeña sherpa", gracias por
estar ahí al pie del cañón, haga frío, haga calor, llueva, nieve o granice.
Road to Paris!!!!
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