La edición 2015 del Triatlón de Suances fue, sin duda, la
mejor carrera en lo que llevo de temporada. Era la cuarta vez que me ponía en
línea de salida de este durísimo, pero precioso, triatlón, con unas distancias
especiales (1200 metros de natación, 30 kilómetros de bici y 8 kilómetros de
carrera a pie). ¡Cómo pasa el tiempo! Aún me acuerdo de aquel "no tan
lejano" 2011, entrando al sprint con Dani Lanza, luchando por el puesto
41º. Desde aquel día, que supuso mi debut en triatlón, también corrí las
ediciones de 2013 (6º clasificado), 2014 (5º clasificado) y la de este año,
cuyo resultado, sensaciones y satisfacción superan con creces a los anteriores.
¡Empezamos!
La semana previa al triatlón de Suances dio para mucho. Una
de las mejores semanas de entrenamiento de bici y bastante decente de carrera a
pie. No tanto de natación, ya que por las circunstancias que se dieron solo
pude acumular 3200 metrillos, que me supieron a poco. Aún así, soy consciente
que, tras pasar un pequeño bache de forma (que no he querido reconocer mientras
lo pasaba) tras el europeo de duatlón, en Abril, estoy de nuevo en línea ascendente,
me encuentro mejor cada día y estoy pudiendo apretar en cada entreno. Además,
los resultados están saliendo, con pódiums como los de los triatlones de San
Vicente y San Esteban de Pravia. Por tanto, Suances supondría un nuevo peldaño
de la escalerita que creo que estoy subiendo poco a poco.
Con ganas, me desperté el domingo de la carrera a las 5:00
am para desayunar. Me gusta hacerlo con mucha antelación y tranquilo. Subí la
persiana y pude comprobar, aliviado, que la tromba de agua que había caído por
la noche había dado paso a un cielo despejado y a una mañana aparentemente
agradable.
Llegué a Suances con Vanesa una hora antes de la salida. Sin
prisa fuimos colocando todo el material en boxes, saludando a los miembros de
mi equipo y en especial a Iri, a quien no veía desde que hace un año se nos fue
para los Estados Unidos. Una motivación extra tenerle animando desde la
barrera, al igual que Gonzalo y Agüeros. Afición no iba a faltar, y con mis
padres y Vanesa ya puedo estar agradecido. ¡Qué paciencia tienen conmigo, con mis
manías y con mis carreras! ¡GRACIAS!
Se fue acercando la hora de la salida, bajamos a la playa de
"Los Locos", que más bien parecía la playa de "Los
Tranquilos" porque el mar estaba como un plato e ideal para nadar. Tras
dar unas brazadas de calentamiento, o de enfriamiento, porque el agua estaba a
dos o a tres "suputamadre", formamos los más de 150 triatletas tras
una línea imaginaria a la espera de que Fede diera la salida. Correa, Osoro
principales rivales para luchar por la victoria, pero también otros como
Esteban, Zubi, Loroño, Jorge, Sergio Bolado, Aja, Miguel... podían estar
adelante.
Preparados... ¡Peeeeeeeee! ¡Todos al agua! Circuito a una
sola vuelta de 1200 metros. La primera boya estaba cerca de la orilla y nos la
pusieron para evitar que la gente se metiera contra las piedras de la derecha
de la playa, por donde suele haber una corriente a favor cuando nadas mar
adentro. Cogí mal esta primera boya, muy abierto, pues tras las leches de San
Vicente quería evitar problemas, pero quizás fue una decisión muy conservadora.
Una vez superada la primera boya, enfilamos un largo muuuuy largo hasta la
siguiente, donde empecé a remontar. Cada poco levantaba la cabeza para
orientarme pues no había una traza bien definida y cada uno nadaba muy a su
bola. Llego a la primera boya, miro al frente y veo poca gente, unos 20. El
largo paralelo a la orilla lo hago a la par de otro triatleta con quien
"juego" a intentar adivinar quién es, pero no hay manera. Alargo la
brazada y empiezo a pillar al grupito que me precede, al que llego justo al
girar en la tercera y última boya y afrontar el interminable "recto"
hacia la orilla. Me pongo a pies del último del grupo, voy bastante calentito
ya, y nos quedamos cortados de nuestros predecesores. Intento pasarle pero
empiezo a dar bandazos sin sentido, así que vuelvo a sus pies. Hoy no tenía la
orientación muy afinada, por lo que es mejor que me lleven.... igual aparezco
en la Arnía...
Sufriendo cada vez un poco más llego a la orilla, donde
identifico a mi compañero de viaje: Iván Peláez. ¡Buena natación entonces!,
pienso. Bueno, en realidad lo pienso ahora, porque al instante iba bastante
borracho y, al salir del agua, solo tenía entre ceja y ceja coger la bici y
ponerme a remontar. Me quito el neopreno en la orilla y subo las escaleras con
él en la mano, pero con más pena que gloria. Llego a boxes, busco mi bici...
¿pero dónde cataplines está? No la encuentro, me desoriento. La borrachera al
salir del agua hace que mi mente procese las imágenes más lento de lo que van
ocurriendo. Cuando por fin encuentro mi sitio he perdido unos 20 segundos. No
pasa nada, sigo erre que erre pensando
en remontar.
Me subo a la bici junto a Peláez y a Hedesa, me calzo y me
lanzo con todo a por todos. Sé que la clave de llegar a pillar a Sergio pasa
por hacer una buena bici. Dos minutos me separaban al salir del agua con
Correa, que lideraba la prueba. Sin embargo yo ya sabía que Pello Osoro, que
había salido 30 segundo antes que yo del agua, tenía todas las papeletas para
ponerse primero en este sector.
Primeros repechos saliendo de Suances y empiezo a pasar corredores.
Varios del Santander, también a Ánder, alguno de fuera... Voy fuerte y me
encuentro como nunca. Antes de llegar al pueblo de Ubiarco paso a Ruma y ya voy
5º. A unos metros van Esteban Cerro e Iván Cazorla, a quienes adelanto nada más
empezar la subida. Llevamos 7 kilómetros y ya voy tercero. ¡Puffff qué
calentón! Subo Ubiarco fuerte y abro hueco con los de detrás. Sergio Bolado es
peligroso en bici y sabía que venía cerca, así que había que abrir hueco. Al
frente no veo a nadie. Sergio y Pello no están en mi campo de visión.
Afronto la bajada hacia Viveda con la intriga de ver cuando
me cruzo con los líderes. Pello va primero (lo que me imaginaba) y me saca un
mundo, pero a Sergio Correa calculo que le he recortado un minuto. Empezamos la
vuelta y me sirve también para coger referencias con los de detrás. Bolado viene
cerca, pero le tengo controlado. Sabiendo que podía pagar el sobreesfuerzo en
la carrera a pie, decido bajar una marcha y regular en la subida. Me siento
cómodo y con la sensación de ir guardando. Así llego al alto y empiezo a bajar
hacia Suances. Sergio ya está a tiro, a pocos segundos, y todo huele a que va a
haber un bonito duelo a pie.
Y cuando apenas quedan 3 kilómetros para llegar a boxes
siento una explosión en la rueda de atrás... ui ui ui... Tubular pinchado...
¡Mierda! Queda poco para llegar y aunque no tenga nada de aire noto que puedo
dar pedales; despacito, pero puedo. Así que. con más pena que gloria, llego a
boxes, donde soy sobrepasado por Sergio Bolado. El imprevisto me cuesta unos 30
segundillos que voy a tener que sufrir en la carrera a pie para recuperar. Pero
no pasa nada, en lugar de hundirme pienso en la suerte que he tenido de pinchar
tan cerca de boxes y haber podido llegar entero y sin fastidiar la rueda.
Salgo a correr cuarto, tras Sergio Bolado. Pronto le paso y
empieza la lucha por el segundo puesto con el otro Sergio. Unos 30 segundos por
delante rueda Correa, a quien voy pillando poco a poco en la primera vuelta.
Mis piernas sufren, mucho más de lo que me esperaba tras las buenas sensaciones
en bici, pero da igual, hay que luchar. Los metros siguen cayendo y también la
diferencia. Son solo 6 segundos los que nos separan al terminar la primera
vuelta... y aún quedan 4 kilómetros. En triatlón, normalmente, cuando alguien
te pilla a pie por detrás es porque tiene más ritmo y es complicado, física y
psicológicamente, mantenerle. Eso pensé que iba a pasar cuando cogiera a
Sergio, pero no fue así. Sergio es el triatleta más duro que conozco y, lejos
de seguir a su ritmo, se pegó a mí como una lapa y empezamos los tres últimos
kilómetros juntos. La seguridad con la que venía recortando por detrás
desapareció de un plumazo por la entrega y pundonor de Sergio. Empecé a dudar que
pudiese aguantarle hasta el final, así que a falta de 2,5 kilómetros, en plena
cuesta, pegué un tirón. Fue una bala de fogueo para ver si él reaccionaba, y lo
hizo. Volví a intentarlo bajando, y volvió a reaccionar... Quedaba 1,5
kilómetros y a mí ya solo me quedaba una bala que volví a gastar en balde
porque Sergio de nuevo respondió.
Fue entonces cuando empezamos la durísima subida que precede
la bajada hacia meta. Yo voy justísimo ya y solo pido que no me ataque ahí
porque me suelta fijo. Pienso en el posible sprint, me mentalizo, y todo eso
mientras subo la puñetera cuestita a ritmo. Pero, entre tanto pensamiento, giro
la cabeza y para mi sorpresa Sergio no está. Había cedido unos metros que me
dan un plus de energía para volver a cambiar y no dar opción. Me tiro a lo
camicace por la cuesta y encaro la recta de meta donde más público había.
Confirmo con una mirada de reojo mi posición pero sigo apretando hasta meta
para arañar segundos que puedan valer al equipo. Gonzalo se echa las manos a la
cabeza, yo me exprimo, y cruzo el arco
segundo, exhausto y contento por haber dado el máximo, por saber sobreponerme a
los pequeños contratiempos y, sobre todo, por haber disfrutado tanto sufriendo
junto a Sergio. Condenados a encontrarnos en muchas carreras, unas veces son
para él y otras para mí. Tras la suya de San Vicente tocó la mía en Suances,
que nos iguala en la clasificación del Circuito Cántabro.
La victoria de la carrera se la llevó un intratable Pello
Osoro, el favorito desde el principio, que salió bien del agua y sentenció en
bici, bajándose con tres minutos de margen y pudiendo darse un paseo por la
costa de Suances.
Finalmente por equipos solo pudimos ser quintos. Las bajas
importantes de Iván y de Oscar, sumado a los
"mocos" del presi, nos dejó un poco mermados y, pese al
carrerón de Miguel, no conseguimos superar ni al Polanco(3º) ni al Trisport(4º). Pero tranquilos, que en
Laredo volveremos con ganas.
... y que dure...
Quiero agradecer a los artistas que estaban por allí
sueltos, cámara en mano: Luismi, Ana, Noe, Berta, Pablo, Silvia y a los
Oficiales de Triatlón en Cantabria. ¡GRACIAS! La mitad de este post es vuestro
:)
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