La resaca post-San Silvestre se hizo dura, como todos los
años. Tras dejar atrás momentos tan ilusionantes como los vividos en Oviedo,
llega la hora de volver a la rutina sin un objetivo claro al que agarrarse.
Durante las primeras semanas de Enero me dediqué a familiarizarme con el agua
de nuevo, ese medio extraño para mí y que se empeña en engullirme cada vez que
me sumerjo en él.
Pero para romper con el síndrome post-vacacional (¿o debería
llamarlo “post-San Silvestral”?) qué mejor que retomar la temporada de Cross en
Cantabria. Así que este finde me fui para Torrelavega
para medirme de nuevo a mí mismo y disfrutar de ambientillo de las carreras.
El día era frío y las previsiones apuntaban a que en
cualquier momento nos caería una buena tromba de agua. Por suerte, no se
cumplieron las predicciones y durante la mañana no llovió. Adri y yo fuimos
juntos hasta el Parque de la Viesca, no sin dificultades para encontrarlo y con
unos cuantos rodeos de por medio. Una vez encontramos el sitio, aparcamos e hicimos
un calentamiento relajado, saludando a la gente y debatiendo sobre qué clavos
usar, si de 6mm o de 9mm. Pero, sin
tiempo para más ya nos encontrábamos los más de 100 atletas en línea de salida.
En total 6 vueltas por delante (7100 metros) a un circuito
de algo más de 1000 metros, con muchos agujeros, que podrían a prueba la
resistencia de los tobillos, y alguna zona de barro, que sin ser
escandalosamente pesada, sí que se hacía un poco pestosa.
Los favoritos los de siempre: Xavi Crespo, Yassine, Pepín,
Pedro Muñoz… y otros conocidos del mundillo del triatlón como Manu Vega y
Sergio Correa, dispuestos a pescar en río revuelto.
Me coloqué en primera fila y con el pistoletazo nos pusimos
en marcha. La primera vuelta me dio la sensación de ir despacio y cómodo, la
cabeza de carrera no tiraba y el grupo iba bastante compacto, pero ya al inicio
de la segunda los “gallos” se dejaron ver y nos pusieron a todos en fila. Yo
fui a dar con la “rueda” de Iván (Piélagos), con quien he coincidido mucho esta
temporada pues tenemos un nivel parecido. Iván tira de un grupo durante las
primeras 4 vueltas, hasta que nos adelantan varios Veteranos en lo que sería su
último giro antes de entrar en meta (ellos daban 4 vueltas en vez de 6 como los
Sénior).
Una vez los Veteranos se fueron, nos quedamos Iván y yo
solos en el grupo. Las sensaciones eran muy malas, no tenía chispa y me sentía
pesado, por lo que opté con acomodarme al ritmo de Iván. Quizás demasiado
acomodo el mío.¿para qué estoy aquí, para ir de pachorras o para ir al
límite? Ese pensamiento a falta de algo más de una vuelta me hizo sacar un poco
más de mí e intentar cazar al grupo de delante. Y aunque las sensaciones
seguían sin acompañarme, sí que me dio tiempo a ganar un par de puestos, a Luis
Javier Casas y a David Thomas White, y entrar pegado a Fernando Sainz.
Finalmente 8º, buen puesto, pero mala carrera, tanto por las
sensaciones como por la pereza de darle zapatilla, aun así ya estoy pensando en
el Regional por Clubes y en el Regional Individual de dentro de dos y tres
semanas respectivamente, ahí sí que voy a encontrar una buena motivación.
Pero antes de los regionales correré los 10 kilómetros de
Oviedo a Las Caldas del próximo domingo, una prueba rapidísima (es todo cuesta
abajo) por la senda verde de Oviedo, donde entreno habitualmente cuando vuelvo
a mi ciudad.
Hasta entonces, seguimos machacando y disfrutando.
Y que dure…
Muchas gracias a Vanesa y Gonzalo por las fotos ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario