Va pasando el verano y va cerrándose el primer ciclo de
triatlones de la temporada; y digo primer ciclo porque en Cantabria,
normalmente, los triatlones se reparten entre Junio-Julio por un lado y
Septiembre-Octubre por otro. Ese mes de "vacaciones" me va a venir
muy bien este año, realmente lo necesito. Desde que terminó la temporada
pasada, en Octubre de 2013, no he parado de competir. En Navidades cogí un buen
nivel a pie y poco después llegaron los duatlones, que sin descanso se iban
sucediendo cada fin de semana. Con la preparación a conciencia que hice para el
Campeonato de España y el Mundial de duatlón dimos paso a la temporada de
triatlones, en la que estamos inmersos de lleno. Entrenar para competir el finde
ayuda a estar motivado, aunque estos últimos días ya me está costando más de la
cuenta. Pero vamos con el penúltimo antes de las vacaciones: II Triatlón Sur de
Cantabria.
Un par de días antes de la prueba se produjo un cambio en
los circuitos y en las distancias. Lo que en principio iba a ser un triatlón
sprint se convirtió en un híbrido sprint-olímpico en el que habría que nadar
1000 metros, hacer 28 km de bici con drafting y correr 8 km. Personalmente me
venía muy bien el cambio de distancia. En natación no soy rápido y rindo mejor
cuando es más largo y corriendo me regalaron 3 km extra, así que no podía dejar
pasar la oportunidad de luchar, de una vez por todas, por un podium que se me
estaba resistiendo este año en Cantabria.
Llegamos al pueblo de Horna unos 100 triatletas dispuestos a
pasar una buena tarde de deporte. El día era inmejorable, nubes y claros y una
temperatura perfecta. Con tiempo suficiente me fui preparando en boxes,
cuidando cada detalle para hacer la transición lo mejor posible. En los
triatlones con drafting es importante hacer rápido el cambio para no perder
grupo de bici.
Echando un vistazo a los allí presentes Sergio Correa se
perfilaba como claro favorito a llevarse la victoria. También contaba con que
Guillermo Ruiz o Zapico estuviesen muy adelante. Y si tocaba jugarse la carrera
en el sector a pie, Edu Gómez iba a tener mucho que decir. En lo personal mi
carrera iba a depender de hacer o no una buena natación. Previsiblemente había
un grupito de gente del mismo nivel nadando que formaría el segundo pelotón en
la bici, y en ese quería meterme, pero para ello me iba a tocar hacer la
natación de mi vida.
Nos vamos metiendo todos al agua y tras el "preparados,
listos, yaa" de Fede me pongo a nadar como un loco por la izquierda. No se
me dan bien los inicios explosivos y tengo la sensación de ir un poco
retrasado, pero la primera boya está lejos y me da tiempo a recuperar
posiciones por la izquierda. Llego a la primera boya en el tercer grupo, donde
identifico un par de gorros amarillos de Zapico e Isaac Muñiz. Buena señal,
porque a priori son gente que nada más que yo y les estoy aguantando sin
matarme en exceso. La confianza que tenía se plasmó entre la segunda y tercera
boya cuando me fui a por el grupo de delante, donde iban mis compañeros de
selección cántabra Iñigo y Ander, y otros buenos nadadores como Emilio y Zubi
del Buelna. Salgo del agua en ese segundo grupo y me froto las manos ¡Cojonudo!
Hago el cambio lo mejor que puedo y empiezo a pedalear con
Isaac y Emilio. Primera subida y tras incorporarnos a la general me motivo y me
pongo a tirar. Siempre me pasa lo mismo en las carreras con drafting, empiezo
muy motivado pidiendo colaboración y entrando fuerte a los relevos pero a
medida que el grupo se hace grande y se desorganiza me vengo un poco abajo y me
da rabia tirar.
Esta vez parece que al principio entran todos al relevo,
llegando por detrás muy fuerte Zapico, la rueda a seguir en bici. Tenerle en el
grupo era para mí una garantía. A los pocos kilómetros damos caza a Guillermo
Ruiz, Dani de la Hera y Ruma. Ya solo está Sergio Correa por delante, quien va
luchando solo contra el viento y a quien vamos recortando poco a poco. Primer
giro de 180º y calculo unos 40 segundos con Sergio. La distancia había bajado
considerablemente tras haberme metido más de minuto y medio en el agua.
Como digo, el grupo se va desorganizando, unas veces tiramos
solidariamente, otras veces nos paramos todos... Y en una subida, coincidiendo
con un momento de parón, Zapico arranca, pero reaccionamos todos y no le
dejamos irse. Eso sí, primer calentón serio en las piernas que te recuerda que
no estás allí de paseo. En el km 14 estamos a 20 segundos de Sergio. Me froto
las manos porque está saliendo todo perfecto... hasta que de nuevo Zapico lo
intenta con un ataque fuerte y abre unos metros. No salgo al ataque porque con
el viento que hace pienso que no vamos a tardar en pillarlo, pero no es así.
Ante la imposibilidad de hacer nada vemos como el hueco se va haciendo más y
más grande, consiguiendo contactar con Correa a falta de 7 km a meta ¡Mierda! Eso
sí que no va a ser bueno porque los dos se van a entender bien por delante. En
mi grupo empieza el nerviosismo. Min e Isaac no mueven ficha porque Sergio va
por delante y le cubren la retaguardia, pero Dani empieza a atacar varias
veces, lo suficiente como para volver a poner al rojo vivo las piernas.
Y así
llegamos a boxes, con una desventaja de casi un minuto respecto al dúo de
cabeza. Las diferencias se fueron aumentando desde que Zapico contactó con
Sergio y se pusieron a colaborar.
Llegamos al cambio para afrontar la incierta carrera a pie.
Un recorrido lineal entre los pueblos de Horna y Matamorosa era la única
información que tenía del circuito. Había oído que había mucha cuesta al
principio y tramos de asfalto combinados con caminos de piedra. La distancia
aproximada era de 8 km, pero al no haber ninguna referencia en todo el trazado
nunca supe en qué km estaba.
Salimos los del grupo de bici juntos a correr. A priori Edu
Gómez era el rival más fuerte. Este chico vasco ya fue segundo en esta misma
carrera el año anterior y con él empecé la carrera a pie. La advertencia de que
había cuestas no tardó en ponerse de manifiesto. A los 300 metros ¡¡rampón pal
cuerpo!! Cojo la rueda de Edu y subimos a ritmo. Vamos tercero y cuarto,
distanciándonos de nuestros compañeros de bici y recortando mucho terreno a
Zapico. Antes de coronar damos cuenta de él y yo, al verme muy fresco en ese
momento decido irme solo a por Sergio, que rodaba unos 45 segundos por delante.
En ese primer arreón me coloco segundo y reduzco la distancia hasta unos 30
segundos más o menos, pero veo a Sergio muy fuerte esta vez, y a mí cada me
está costando más mantener el ritmo.
Empezamos a "toboganear" por las mieses
campurrianas, entrando en zonas de tierra, piedras y algún tramo de asfalto. No
sé ni cuantos kilómetros llevo ni cuantos me quedan así que instintivamente el
cuerpo tiende a ser un poco reservón. Mantengo la marcheta y la distancia con
el líder. No soy capaz de recortarle. Miro para atrás de vez en cuando y ya he
perdido de vista a Edu, que es el tercero.
Cuando ya me parece que llevo corriendo una eternidad y se
me está haciendo larga la carrera a pie, pregunto a un voluntario que cuanto
queda ¡Un kilómetro me dice! Cojonudo, sólo un kilómetro y el segundo puesto lo
tengo atado. Sigo a ritmo y pasan los metros... ¿Pero dónde está la meta? En la
siguiente curva pregunto a otro voluntario, obteniendo como respuesta: "¡Queda
un kilómetro!" ¡¡Venga no me jodas!! jajaja eso me viene bien por
alegrarme de que pusieran una carrera a pie tan larga. Sigo a ritmo, a lo mío,
sufriendo cada vez más para mantener la zancada hasta que al cabo de un tiempo
veo a mi madre que me grita ¡Queda un kilómetro! JAJAJAJAJAJAJA En ese momento ya no sé si reír o llorar. La
tercera vez que oía la misma frase en los últimos 10 minutos... Pero ya sí que
estaba dentro del pueblo donde se supone que estaría la meta.
Recorro una larga recta, veo la silueta de Sergio que gira a
la derecha y yo hago lo mismo unos metros por detrás, un par de curvas y por fin
vislumbro el arco de meta. Me relajo, y disfruto de este sufrido podium que se
me resistía hasta la fecha y que supone un premio a todo un año de lucha y
sacrificio por este deporte.
Felicito a Sergio por el carrerón que ha hecho y esperamos a
que entre Edu, que es tercero, para hacernos las fotos de rigor. Las
diferencias en la carrera a pie fueron bastante grandes y los triatletas van
llegando con cuentagotas, hasta que por fin llega Omar, cerrando carrera y con
esa sonrisa en la boca que no se le quita nunca.
Disfruto con mis padres y Vanesa los momentos posteriores a
la llegada. Estoy muy contento por esta carrera tan trabajada, aunque me falto
ser un poco más valiente o sangre caliente en bici, creo que hice una de las
mejores nataciones de mi vida y una carrera a pie decente, que al final se
tradujo en el mejor parcial absoluto de este sector.
Y con la entrega de trofeos y un nuevo podium por equipos (Y
ya van tres en tres carreras) cierro la crónica de este precioso Triatlón
veraniego que a partir de ahora guardaré en la caja de los mejores recuerdos.
Quiero agradecer a Vive Campoo y a Cristina Ruiz, una vez más, por las fotos que nos han hecho y que me han ayudado a hacer menos aburrida esta crónica. Os dejo el enlace con todas las fotos de la prueba:
http://www.vivecampoo.es/galeria-fotos/triatlon-sur-cantabria-absoluto-543.html#290
Saludos y buena semana a todos.
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