Prometo ser breve, claro y conciso, aunque al final terminaré
enrollándome más de la cuenta.
Hoy volvieron a sonar
las trompetas de guerra. El olor a barro que impregna el cross de Cueto
habitualmente, se quedó en un tímido aroma. Pues si bien esperábamos salir de
la "Meca del Cross de Cantabria"
teñidos de negro, al final acabamos corriendo por la campa del faro sin
apenas ensuciarnos las uñas de las manos.
Empezó la temporada y, con ella, mi segundo año de crosses,
desde que en 2010 lo dejara temporalmente para sumergirme en el apasionante
mundo del triatlón, con el que ahora compagino este tipo de carreras atléticas.
En línea de salida muchos de los de siempre y pocos de los de nunca, es decir,
que los años pasan y la gente sigue enganchada a este deporte. También
ausencias importantes, pero prefiero quedarme con los que están, y no hace
falta decir nada si se habla del señor Crespo y el señor Lanza. Otro nivel y
otra carrera. En la pugna por liderar el segundo pelotón lucharíamos, entre
otros, Luis Javier Casas, Zorrilla, David Álvarez y el que va a ser la
revelación de la temporada, mi compañero de fatigas Adri.
Foto: Sergio Paz |
Se dio la salida y la serpiente multicolor se puso en marcha
por la campa del faro de Mataleñas. En el primer kilómetro, un tal Bekele,
atleta Keniata, marcaba el compás del grupo y se destacaba en cabeza. Por
detrás, Crespo aguardaba el paso de los kilómetros para lanzar su ataque,
acompañado al principio por David, Casas, Lanza y Yassine. Preferí salir
tranquilo, sabedor de lo largo y duro que se te puede hacer este cross si te
pasas al principio.
Foto: Oscar Delgado |
Las sensaciones eran buenas, y al paso de la primera vuelta
me caliento y busco contactar con ese grupito delantero que nunca quiso mi
presencia. Me fue imposible y lo pagué. Al inicio de la segunda vuelta, tras
superar a Zorrilla y a Pablo Martínez Serna, me quedé en tierra de nadie,
incapaz de dar caza a mis predecesores y empezando a pagar los excesos de la
primera vuelta. Me sentía rápido en las bajadas pero sin fuelle en las duras
subidas... y poco a poco fueron pasando los kilómetros.
Foto: Oscar Delgado |
Antes de empezar la
tercera vuelta, Zorrilla me devuelve la jugada y no puedo seguirle. Voy octavo,
no está mal, pero hay que seguir sufriendo. Consigo superar a un atleta
descolgado del grupo de cabeza, pero Zorrilla no cae, y la distancia se
mantiene. Empezamos la última vuelta, lo intento en las bajadas, alargo zancada
y lo intento, pero los llanos y las subidas me ponen en mi sitio y me es
imposible mejorar el séptimo puesto en el que voy y en el que entro en meta.
Para mi sorpresa, Adri venía por detrás recortándome y entra octavo. Menudo
carrerón del cachorro, al que va a haber que tener muy en cuenta en próximas
citas.
Foto:Sergio Paz |
En definitiva, séptimo puesto con la sensación de poder
hacerlo mucho mejor, de tener mucho más motor del que demostré y con ganas de
seguir progresando, pasito a pasito, en lo que preveo que sea un gran año
atlético.
Y antes de acabar, no
quiero olvidarme de dar las gracias a todo ese público que me animó hoy en Mataleñas,
en especial a los "peques" del Bender, liderados por Claudia, que se
dejaban la garganta en cada vuelta. Muchas gracias chicos. La próxima vez
prometo más y mejor.
Empiezo y acabo la crónica con dos promesas; la primera la
he cumplido, espero hacer lo mismo con
la segunda.
¡Nos vemos en Laredo en 7 días! ;)