Carrera dedicada a Lucas Ojanguren, luchador donde los haya y que ahora más que nunca necesita notar que sus amigos estamos con él. ¡Esta carrera la tienes que ganar, no te rindas! ¡ÁNIMO!
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Compartiendo podium con Lucas (San Esteban de Pravia 2013) |
Fin de la temporada triatlética para mí. Y ¡qué temporada!
Hoy por fin puedo decir que soy ganador del Circuito Caja Cantabria de
Triatlón, además de Campeón Regional Absoluto 2014.
El triatlón de Santander puso punto y final a un año de
ensueño, un año en el que el objetivo principal era el mundial de duatlón, pero
sin querer me vi disputando triatlones a un nivel mucho mayor del que me
esperaba.
Tras cuatro días de vacaciones en Barcelona y un buen
madrugón (4:30 a.m) para coger el vuelo hacia Santander la misma mañana de la
carrera, aterrizamos en Parayas a eso de las 8:30h. Todavía me dio tiempo a ir
a casa y dormir 45 minutos. ¡Qué reventada! El día anterior había estado con
Vanesa haciendo turismo por Barcelona y creo que eso cansa más que cualquier triatlón
jejeje.
A las 10:30h, con más pereza que nunca, cogí el coche y bajé
al Sardinero.
El día estaba desapacible y el mar invitaba más a la tabla de
surf que a nadar. La ausencia de Sergio Correa me hacía ser campeón
matemáticamente del Circuito Caja Cantabria de Triatlón, así que pude disfrutar
relajadamente de una de las pruebas que más me gustan de la temporada. El
segundo puesto se lo iban a disputar Guillermo Ruiz y Fernando Román, en una
lucha emocionante entre dos estereotipos distintos de triatleta.
Pese a haber entrenado poco la última semana por el viaje,
el descanso me sirvió para asimilar los entrenos de todo el mes pasado y las
sensaciones no eran nada malas. Charlas distendidas entre los corredores en el
pre carrera mientras animábamos a los más pequeños y la agradable visita del
gran Félix Javier Martínez, retirado hace un año y que quiso venir a ver el
triatlón fueron los momentos destacados de la previa.
Como siempre, me gusta revisar la matrícula de los rivales,
pero en esta carrera había muchos huesos, muchos favoritos y de todos los
tipos. Fernando Barroso y Dani Bayón sobre todo. Del primero solo puedo decir
que vaya a donde vaya y corra la distancia que corra va a quedar entre los 3
primeros. Es alucinante su regularidad. Del segundo decir que tras demostrar lo
gran atleta que es durante años, su salto al triatlón esta temporada nos está
dejando a todos perplejos, destacando entre sus actuaciones la victoria en
Castro Urdiales, con un sector a pie de otra galaxia. Además de los dos asturianos,
el junior Mario Arias, vencedor en Colindres, también partía como favorito. Y
por detrás un grupo más igualado donde me incluyo con Guillermo Ruiz, Cuesta,
Berto... todos unos míticos de los triatlones cántabros ¿quién sería capaz de
meter caña a mis compatriotas asturianos?
Con un ligero retraso dejamos las cosas en boxes y nos
dirigimos hacia la playa los 150 triatletas que íbamos a tomar la salida.
Triángulo de boyas en la segunda playa del Sardinero al que había que dar una
vuelta en forma de 8. Las olas rompían violentamente cerca de la orilla y mi
anterior experiencia con ellas, en Suances, no me hacía estar muy confiado.
Pero ¡Qué leches! no había nada que perder así que fuera miedos y a disfrutar.
Salida anunciada por Fede y todos al agua como muiles. Mucho
espacio para nadar en estos primeros metros, ya que la gente le tiene miedo a
la zona de rompientes y no se forman pelotones como el del pasado fin de semana
en el Triatlón de los Históricos. Comienzo pasando las olas por debajo y cuando
por fin puedo empezar a nadar noto un río de agua por dentro del neopreno. Se
me había abierto el velcro y una cascada de agua manaba por mi cuerpo. Sin
importarme el lastre comencé a ganar posiciones hasta ponerme a pies de Emilio
Alonso y Berto.
Giro de derechas en la segunda boya y afrontamos el paralelo a
la playa. Voy en un buen grupo, creo que el segundo de carrera, y me siento
cómodo. Van pasando los metros sin sobresaltos, pero con la intriga de saber quiénes
van a ser mis compañeros de viaje en la bici. Llegamos a la zona de rompientes
y me divierto cogiendo las olas para salir hasta la arena.
Tocamos tierra firme
tras más de 1000 metros de natación y veo que acabo de salir del agua con
Cuesta, Berto, Edu y Emilio... vamos, que los de siempre, así que buena
natación. Sin embargo me sorprendo al ver a Mario Arias unos metros por delante
de mí en la arena... A ver si resulta que he nadado un poco mejor que otras
veces.
Salgo el 13 del agua, pero eso no lo sé en ese instante. Por
delante van Barroso, en solitario a casi dos minutos, Bayón, Guillermo Ruiz y
Cazorla y después mi grupo.
Empiezo la bici y tanteo a ver quién va a colaborar y quién
no. Berto y Emilio, del Buelna son los más dispuestos, así que entre los tres
vamos pasando relevos como podemos. También Mario Arias y otro triatleta de
fuera pasan, pero somos nosotros tres los que tomamos la iniciativa. Llevamos
un trenecito de unos 10 integrantes por detrás. Realmente no me importa, hoy me
encontraba generoso y me apetecía darle a muerte para pillar a los de delante.
Y lo hicimos.. a todos menos a Barroso, que se estaba marcando una contrarreloj
individual digna de admirar ¡"chapeau"!
Tras alcanzar a Bayón y a
Guillermo Ruíz el grupo siguió a buen ritmo, sobre todo gracias a la
generosidad de Bayón que fue el que más colaboró para mantener el ritmo. Yo me
escondí un poco más en estas dos últimas vueltas, viendo que le estábamos
recortando tiempo a Barroso y le estábamos metiendo tiempo al grupo de Román,
Edu y compañía.
A falta de un par de kilómetros se produce algún ataque para
llegar lo mejor posicionados posible a la zona estrecha del parking del
Sardinero y la bajada hacia la playa. Llega Barroso a boxes y 45 segundos
después llegamos nosotros, en un grupo estirado de unos 12 en el que me bajo
por la mitad.
Normalmente estoy acostumbrado a ir en bici y confiar en mi
carrera a pie frente a mis rivales, pero tener a Bayón en el grupo, un gran
atleta, me sumergía en un mar de dudas, y a la vez me motivaba mucho. Las ganas
de medirme con alguien como él eran enormes.
Dejo la bici en el box y salgo a
correr en mitad de pelotón. Todo el mundo sale fuerte, muy fuerte, y a mí me
cuesta coger ritmo los primeros metros. Mario Arias sale como una bala delante
de mí y empieza a abrir hueco. Al poco me adelanta Bayón como nunca nadie me
había pasado antes. La idea de forzar y medirme con él se estaba esfumando ¡QUÉ
COHETE! Al llegar a la altura de Mario, este último intentó seguirle unos
metros pero le fue imposible. Mientras tanto, por detrás, yo daba cuenta de
Guillermo Ruiz, Berto y Emilio, que hicieron el cambio en boxes más rápido que el mío.
De verdad me estaba costando coger ritmo, pero aún así era cuarto. En el
kilómetro uno veo que Mario pincha por el sobreesfuerzo de seguir a Bayón y le
adelanto. Voy tercero controlándome para no petar. Faltan dos vueltas y las
referencias con Barroso son de 30 segundos. Bayón se pone líder en el kilómetro
tres y yo voy cogiendo ritmo, espoleado por Vanesa, Alejandro, mi madre y mis
compañeros de entreno: Nacio, Sergio, David y Adri. A falta de una vuelta
siento que el tercer cajón del podium va a ser el que me toque, pero un rápido
vistazo al frente me permitió vislumbrar la figura de Barroso a no más de 100
metros por delante. Quedaba un kilómetro y medio y había que intentarlo, así
que quité el modo diesel y metí el turbo, llegando a la altura de Barroso a
falta de 250m metros.
Giro de 180 grados y hachazo hasta meta sin pensármelo.
Fer me aguanta los primeros 50 metros pero desiste en su intento. Aún así no me fio y lo
doy todo hasta pisar la alfombra roja momento en el que me relajo y disfruto de
lo conseguido, cerrando la temporada con un segundo puesto que me sabe a
victoria, por detrás de un Dani Bayón inconmensurable y por delante de un tío con
un par de huevos bien puestos, como es Barroso.
¿Qué más puedo pedirle a esta temporada? Despedirla subiendo
a un pódium con triatletas a los que admiro es una gozada. Además la alegría
fue doble al conseguir el bronce por equipos tras el triatlón Santander y el
Buelna.
Gracias a todos los pacientes que os leéis estas crónicas
carrera tras carrera, gracias a Cris por ese bizcocho, gracias a los
fotográfos, que una vez más estáis ahí ilustrando nuestras carreras, y gracias
a todo el público que hace que cada triatlón luzca, en especial a mis padres y
mi novia, que me acompañan a TODAS las carreras y que están siempre aguantando
mis manías.
Y por supuesto, gracias al equipo por darme el cariño
triatlético que necesito, al presi, Carlos Cobo y a "Berg", por
empezar a colaborar conmigo. Espero que la próxima temporada sea tan buena como
esta y poder contar con más colaboradores.
Ahora a desconectar un par de semanas y vuelta a lío, porque
no creo que sepa vivir mucho tiempo sin el gusanillo de la competición.
Un abrazo a todos