Dicen
que “lo que bien empieza bien acaba”, y en esta ocasión espero que se cumpla el
refrán, porque la temporada de triatlón en Cantabria ha empezado de la mejor
manera posible, con un 4º puesto absoluto en el triatlón de Laredo y rozando el
pódium. Pero vayamos por partes.
Volvía
al calendario de carreras el mítico triatlón de Laredo, que no se disputaba desde
2004. Los organizadores se las ingeniaron la mar de bien para montar una prueba
de distancia olímpica (1500m natación, 40 km de bici y 10 km a pie) por solo 15
euros ¡Eso sí que es ser honrados! Porque a demás del precio, lo han bordado con la organización y servicios
durante la prueba y aún ha habido para dar premios en metálico. Mi más sincera
enhorabuena.
El día
se levantó muy caluroso y soleado, pero a medida que se acercaba la hora de la
carrera se fue nublando, dejando unas condiciones óptimas para la práctica del
deporte. Llegué a las 4 al puerto de Laredo, recogí el dorsal y el gorro, dejé
la bici en boxes y empezaron los nervios.
Desde el triatlón de San Esteban de Pravia me había preocupado mucho de
entrenar la natación en el mar. En esa carrera lo pasé realmente mal en el
agua, me agobié, y no quería repetir la experiencia. En Laredo, fue distinto.
A las
17:20 más o menos dieron la salida. Me coloqué por el lateral izquierdo para
evitar golpes y el agobio inicial. Creo que fue una gran decisión porque en
ningún momento me pegué con nadie y puede nadar limpio desde el principio. A
medida que pasaban los metros fui avanzando posiciones hasta encontrar unos
pies que más o menos me venían bien. A ritmo alto pero cómodo transcurrió el
sector de natación. Preferí ir un punto por debajo de mi tope, por si se me
hacían largos los 1500 metros. Cuando toqué tierra a penas sentí el mareo que
me sacude normalmente cuando salgo del agua, además, mi padre me dice que ¡VOY
NOVENO! Y Vanesa me dice que voy a 2min 30 seg de cabeza de carrera que en ese
momento era mi amigo Sergio Correa.
El primer sorprendido por el buen sector de
natación fui yo, ¡Cómo cambiaron las cosas en 2 semanas! Me cambio
tranquilamente en boxes, me subo a la bici y nada más salir “repechón pal
cuerpo”. Subida dura de unos 4 kms que voy haciendo con mucha cadencia. En esa
primera subida gano puestos, adelantando a Javi Rumayor y Esteban Cerro entre
otros, de tal forma que, al coronar, me cantan que voy quinto. Sigo sin
creérmelo, me encuentro muy bien sobre la bici, sensaciones que hacía mucho que
no tenía. A pesar de ello pronto empiezan a pasarme los gallos, Sobrino, Aja,
Cuesta, Loroño… entre otros.
Yo me coloco a unos 30 metros del grupo con la
idea de tener referencia visual. Les aguanto sin problema, de hecho, me parece que
incluso están yendo algo lentos. Cuando giramos 180º en el cono del km 20
(punto intermedio de la bici) veo que en cabeza va Felipe, Felix le sigue y
Segio Correa ya está a punto de ser neutralizado por mi grupo. La lucha por la
victoria sub 23 iba a ser un bonito mano a mano entre Sergio y yo, y, sabiendo lo
mucho que corre, preferí atacar en bici. De tal forma que en la primera subida
dura le paso, y no solo a él, sino que también adelanto Fer Aja, Loroño,
Bustillo y alguno más. Me encuentro pletórico. En la bajada me vuelven a pasar
con sus cabras pero recupero posición otra vez subiendo. Coronado el último
alto solo quedaba bajar 3 kms hasta Laredo. Justo en ese punto, Aja tiene un
problema con el cambio y se tiene que parar. Llego a la T2 el 8º, creo… me
cambio rápido y salgo como un tiro.
Pero esta vez las piernas no estaban tan
frescas como en San Esteban. La idea era aguantar el envite de Sergio y, si
podía, avanzar posiciones. A mitad de primera vuelta ya era 5º a unos 100
metros del 4º. Por detrás, los más peligrosos, Sergio Correa y Fer Aja estaban lejos. Aún así, 10 kms dan
para mucho y no me podía confiar. Seguí tirando hasta que llegué a la altura de
Roberto Cuesta, tenía algo más de ritmo que él, pero al alcanzarle ¡ZAS!
Calambre en el cuádriceps izquierdo.
El aviso me hizo bajar el ritmo,
poniéndome a su estela y sufriendo de lo lindo por los dolores. Aún quedaban 5
kms. Y cuando ya no podía más y me iba a quedar descolgado Roberto se gira, me
espera y comienza a animarme. Aunque podría haberme descolgado fácilmente,
decidió ir conmigo y ofreciéndome su “rueda” para quitarme el viento. Su ayuda
me sirvió para coger el punto otra vez, y a falta de 500 metros me encontraba
de nuevo bien, pero le dije que lo más justo era no disputarle el puesto,
aunque en ese momento nos estábamos jugando el tercer cajón del pódium. Así que
dejé que entrara en meta unos metros por delante, parándome para saborear la gran carrera que había
hecho. Crucé la línea de meta como 4º absoluto y 1º Sub 23, completando la
mejor carrera de mi vida y de todas las disciplinas que he corrido, quizás solo
comparable al 3º del Duatlón de Oviedo.
Acabé
exhausto pero contentísimo con el trabajo realizado, no me esperaba, ni mucho
menos, estar el 4º y a nada de quedar 3º, pensaba que un top 15 sería un gran
resultado y mira, me encuentro con esto. Por equipos nos colamos terceros,
retomando el puesto en el que lo dejamos el año pasado, gracias a la victoria
de Félix y al buen hacer del resto de compañeros como Ivan, Berto, Martín… así
que satisfacción doble.
Pues
nada, ahora a disfrutarlo, a descansar y a afrontar la siguiente carrera con
más ilusión que nunca. Sin duda la de hoy ha sido una gran inyección de moral y
la recompensa a todas esas horas de entrenamiento que son las que
verdaderamente se sufren. Luego, competir es un premio.
Muchas
gracias a todos los que me habéis animado durante la carrera, tanto desde
dentro como desde fuera, de verdad, GRACIAS.
y
que dure…
PD:
como curiosidad, entre tanto bombero, policía y demás nos hemos colado dos
Ingenieros de Caminos en el top 4: Felipe (2º) y yo, ¡Cómo se nota que nos
sobra tiempo para entrenar! jeje